A propósito del artículo titulado Euskadi duplica la tasa europea de cáncer oral, firmado por Concha Lago y publicado el 16 de diciembre en DEIA, se exponen algunas cuestiones que deben ser aclaradas a fin de que la población reciba un mensaje correcto sobre esta patología maligna.

La frase “Lo llaman cáncer de garganta, de cabeza y cuello o cáncer oral pero en realidad afecta a la boca, la laringe y la faringe” es equívoca. Genéricamente, se ha agrupado a los carcinomas de células escamosas (la variante más común, que no la única) del denominado tracto aerodigestivo superior, bajo la denominación de carcinoma o cáncer de cabeza y cuello. No obstante, hoy sabemos que el cáncer laríngeo, el esofágico, el faríngeo y el oral, solo comparten el aspecto morfológico y el que una gran mayoría de los casos aparezca en pacientes consumidores de tabaco y alcohol.

La frase “Si en un mes estos síntomas no se han reducido hay que enviar al paciente a un otorrino o a un cirujano maxilofacial para que descarte que pueda haber una enfermedad crónica tipo cáncer” expone una realidad incompleta e inexacta. Los profesionales que con mas asiduidad ven la boca de la población del País Vasco son los odontólogos y estomatólogos (es decir, los mal llamados dentistas). Estos profesionales constituyen el principal estamento profesional sanitario en la prevención primaria y secundaria del cáncer oral, estando perfectamente preparados para realizarla.

Del mismo modo, la frase “... ratifica que en este momento no es el tabaco el mayor culpable de que estos tumores se hayan disparado” no es exacta y además puede ser perjudicial de cara a la opinión pública. El consumo de tabaco y la ingesta de alcohol siguen siendo los principales factores causantes de cáncer oral en el País Vasco. Por ello, debemos seguir insistiendo en la necesidad de eliminar estos hábitos.

Respecto de la implicación del virus del papiloma humano en algunos casos de este tipo de cáncer no existe duda y hoy sabemos muchas cosas al respecto, entre ellas que la vacunación, que ya se está realizando, quizás pueda prevenir también la infección oral y por tanto este tipo de cáncer oral.

Para terminar, únicamente deseo incidir en la importancia del diagnóstico precoz para que sea curativo el tratamiento de esta neoplasia maligna.