¡Fíjense ustedes, que yo no creo que exista la pobreza energética!, yo creo que únicamente existe la pobreza. La denominada “pobreza energética” proviene de toda clase de pobreza, de esa pobreza que deja sin alimentarse a padres e hijos, esa pobreza que no permite una educación adecuada, la que te desahucían por impago de hipoteca o de alquileres, esa pobreza que te hace depender de la caridad de los ciudadanos..., unas necesidades energéticas, alimenticias, educacionales que deberían estar sustentadas por el gobierno, una caridad que no debiera de existir, pues todos por ley deberían de tener un trabajo digno y digo digno, no un trabajo de explotación con sueldos ruinosos que no dan ni para mal vivir.
Lo dice la Constitución: “Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo... y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia...”.
Y si esto no se cumple, ¿quién o quienes tienen la obligación de asumir el incumplimiento de este artículo?, si la Constitución está hecha para que el gobierno haga cumplir los artículos reglados en dicha Constitución, también serán ellos los que tengan que asumir lo que no están cumpliendo los gobernantes.
¡Claro!, está muy bien que los pensionistas, jóvenes, personas de bien, ONG, dediquen su tiempo, dinero e ilusión en ayudar a los necesitados y de esa manera el gobierno se sigue lavando las manos.
Los que reciben ayudas, una mayor parte no es gracias al gobierno, sino a los que trabajan en los bancos de alimentos, Cáritas, Cruz Roja y otras organizaciones, pero no gubernamentales, los gobernantes bastante tienen con cobrar sus buenas retribuciones todos los meses e incluso los meses que no han trabajado.