Se ha sabido por los medios, que dos aviones cazabombarderos Tupolev 160 rusos, capaces de cargar hasta cuarenta toneladas de bombas cada uno, han andado revoloteando por Bilbao recientemente. Al tener conocimiento de ello, los organismos de la llamada defensa de Europa, han puesto en marcha sus mecanismos y rápidamente diez cazas noruegos, franceses, ingleses y españoles, se han movilizado para decirles que eso de andar por encima de las casas del prójimo sin pedirle permiso estaba feo y acompañarles de vuelta a su propia casa.

La noticia ha inquietado al personal y se ha hablado de espionaje, de demostración de fuerza, incluso de que Putin apuntaba a Euskadi. Esto último ha alarmado a Simplicius, que se ha puesto rápidamente en contacto telefónico con el propio señor Tupolev, que está profundamente disgustado y preocupado por el impacto mediático de esta acción de sus aviones y le ha manifestado que solo se trataba de un simple error, que los pilotos no querían más que ver el partido entre la Real y el Athletic y que se habían equivocado de fecha.