Si fuera verdad lo publicado en la prensa respecto a que Caja Madrid condonó créditos millonarios al PP ( Partido Popular) y PSOE (Partido Socialista Obrero Español), las black cards (tarjetas negras) no suponen precisamente lo más denigrante de la triste historia, ya que lo realmente grave es que los partidos mayoritarios, instituciones fundamentales, se hayan podido prestar a esquilmar a todos los ciudadanos españoles para mantener impunemente su maquinaria de influencias, pues no olvidemos que el rescate de Caja Madrid-Bankia lo hemos de pagar entre todos. Es algo que, si en efecto, resulta ser verdad, es para pensar que este Estado no tiene remedio, y es algo que me resisto a admitir. Los rectores de Caja Madrid deberían asumir sus responsabilidades con todo el peso de la ley, pero, ¿y los partidos políticos involucrados, quienes, al parecer, se aprovecharon en connivencia? ¿No tienen algo que explicar? Si la información no es veraz que lo manifiesten con pruebas y en caso contrario que asuman sus errores.