Cómo cometer vileza tal de no comentar las elecciones griegas en las vísperas del desenlace definitivo?, ¿quiénes nos iban a decir que nuestro futuro iba a depender de algo tan lejano e intrascendente en otras épocas como las elecciones en Grecia? ¿es que algún ciudadano vasco ha estado en algún momento de su vida interesado en las elecciones griegas? Pero -en otras épocas anteriores- cuando éramos felices e indocumentados, además de ricos tampoco sabíamos de la existencia de la prima de riesgo o del ya famoso diferencial y ahora se escucha hablar por la calle más de estos dos nuevos conceptos que del europeo de fútbol. Como podrás imaginar -astuto/a lector/a- el titular de este artículo no ha salido de un discurso de Angela Merkel sino de un caliente anuncio erótico de la prensa y sintetiza de manera diáfana nuestro futuro a corto plazo, es decir, que corremos el riesgo de que nos la introduzcan hasta el fondo -por eso lo de profundo - y aún desconocemos el tamaño de la pieza, es decir que nos puede hacer auténtico daño.

Pero, a la hora de identificar al que -de forma sibilina nos va atentar por la popa en eso que se bautizó como vicio nefando- hay dos posibles acusados: unos quieren que la culpa recaiga por entero sobre los pobres griegos y nos susurran "si los griegos se van del euro, se arma el lío" y otros los que pensamos que quienes nos han metido en este túnel sin aparente salida no son los griegos que bastante tienen con lo que no tienen sino los de siempre, el PODER, los países ricos que deben de hundir a los pobres para cobrar lo que les deben. Hemos pasado de la típica imagen medieval del judío usurero prestando y cobrando a sus clientes bajo la escalera del portal a que la usura la ejerzan los países sin vergüenza alguna. Y es el cobro de esa usura lo que está colocando en zona de riesgo a todos los países que abusaron del crédito y ahora no tienen con que pagar la amortización y los intereses de lo que -generosamente- les habían prestado los países ricos y usureros.

Yo no sé qué van a votar los griegos pero me imagino que cundirá mucho el voto visceral, el voto de las entrañas y del hambre y -desde eses punto de vista- me imagino a muchos ciudadanos de Grecia pensando que nunca van a estar peor de lo que están ahora y que -metidos a sufrir- mejor hacerlo después de propinar una coz a Europa. Al menos, les queda la dignidad y quizás sea mejor sufrir hambre con dignidad que hambre sin ella porque lo que es casi seguro es que hambre van a pasar y mucha si quieren devolver todo lo que los ricos usureros europeos les han prestado.

Entonces, si todo se va al carajo y nos someten -a partir de ahora- a un griego profundo, sin importar el tamaño, no echemos la culpa a los pobres griegos porque todo no gravita a su alrededor. Van a salir los peor parados y -además- con el sambenito de que la culpa del desbarajuste es suya y culpa tuvieron -claro- gastaron mucho, engañaron un poco y vivieron la alegre vida mediterránea mientras los fríos y usureros alemanes trabajaban y trabajaban sin parar y les prestaban más y más cantidades de dinero. ¿Quién es más culpable, el que presta con usura o quien coge el dinero prestado y se lo gasta? Prepárense para mañana, hagan ejercicios de relajación, aplíquense las cremitas e intenten -en la medida de lo posible- disfrutar porque el griego va a ser profundo y -con un poco de mala suerte- puede que el tamaño no importe. Que Zeus nos pille debidamente dilatados?