Cada vez que veo la prolongación del tranvía por la calle Autonomía y la ilusión que genera su inminente puesta en marcha entre la mayoría de los vecinos de Basurto siento envidia y un regusto amargo por lo que pudo ser en Rekalde y no fue.

Han pasado casi tres años desde que el PSE y su socio preferente decidieran que Rekalde se quedara sin tranvía. Un proyecto anulado de un plumazo. "Han cambiado las prioridades", dijo Txema Oleaga (casualmente, actual presidente de Metro Bilbao). Durante todo este tiempo nada hemos sabido de la prometida línea 4 del suburbano. "El metro llegará a Rekalde", afirmó Idoia Mendia. "Si hay voluntad se puede poner en marcha en cuatro años", añadió Antonio Basagoiti. Desde las faldas del Pagasarri se ve con nitidez que ni hay voluntad, ni lo prometido se va a cumplir, ni hay proyecto sólido y mucho menos dinero para implantar la línea 4.

En las pasadas elecciones locales y generales, el PSE vio cómo perdía del orden de 2.000 votos en Rekalde. Esta sangría de votos socialistas ha sido un claro castigo por la anulación del tranvía, entre otros motivos.

Falta poco para las elecciones al Parlamento Vasco. Estoy convencido de que las falsas promesas e incumplimientos sobre la línea 4 también les pasarán factura.