HACE una década el Partido Popular de Aznar se hizo con la mayoría absoluta y trasladó su decepción con el final del alto el fuego de ETA a la puesta en marcha de una estrategia de acoso y derribo al nacionalismo vasco. En 2001 apostó fuerte por el desembarco en Euskadi, abriendo el primer acuerdo PP-PSOE con el tándem Mayor Oreja-Redondo Terreros. El Pueblo Vasco dijo no a este pacto y la reacción de Aznar fue declarar que Euskadi no era una sociedad madura y encerrarse con Mayor Oreja a perfeccionar su estrategia. Iniciaron un nuevo camino, otra vez con el PSOE de la mano, con un pacto antiterrorista cuyo preámbulo cuestionaba el ideario y los principios del nacionalismo vasco, y legitimaba una Ley de Partidos aprobada para Euskadi pero sin Euskadi, claramente inspirada en un cálculo electoral.

En 2004, el PSOE ganaba las elecciones con Rodríguez Zapatero, abanderando el concepto de la España plural. Un año después, sin embargo, de la mano de Rajoy, adoptó una decisión singular cerrando la puerta al Nuevo Estatuto Político presentado por el lehendakari Ibarretxe y aprobado por mayoría en el Parlamento Vasco. Zapatero y Rajoy no lo admitieron ni a trámite, certificando con ello el derecho exclusivo de España a decidir sobre Euskadi.

El pasado año se celebraron las elecciones en Euskadi, y PP-PSOE acordaron desplazar al nacionalismo vasco del Gobierno, sobre la misma base del pacto impuesto en Navarra año y medio antes. Para ello forzaron la interpretación más restrictiva de la Ley de Partidos, logrando la ilegalización total de la izquierda abertzale. Echaron el resto en la campaña electoral, el PSE mintió a la sociedad con iniciativas de nuevo marco y compromisos transversales, López llegó a decir, en la campaña, que no pactaría con el PP. Llegó el día de las elecciones y EAJ-PNV ganó por goleada, pero PSOE y PP ya no podían echarse atrás y decidieron forzar el cambio de Gobierno. Otra decisión para Euskadi impuesta desde Madrid, culminación de una estrategia de diez años para desplazar al nacionalismo del Gobierno vasco.

Han pasado 18 meses desde entonces y el balance del Gobierno del cambio para Euskadi es paupérrimo. Hoy en Euskadi hay más paro que el año pasado. El Gobierno ha multiplicado la deuda por seis y a pesar de ello es incapaz de mantener los servicios en Educación, donde reduce las ayudas a los colegios concertados y a las Universidades, o en Osakidetza, donde multiplica las listas de espera y cierra ambulatorios los fines de semana. El Gobierno recorta las prestaciones a las ayudas sociales y reduce las inversiones en el transporte público. Ha mutilado el plan vasco de la cultura y olvidado el plan euskera XXI. Tiene pendientes 21 proyectos de ley sólo para este año. Ha retirado su promesa de un nuevo marco para Euskadi y no ha logrado ni una sola nueva transferencia. El Gobierno no tiene proyecto ni programa, y por eso ha conocido ya 30 bajas de altos cargos.

La sociedad vasca es madura y es consciente de que hoy Euskadi necesita iniciar un nuevo tiempo que mire hacia el futuro. Y en esta coyuntura EAJ-PNV está en disposición de ofrecer la estabilidad necesaria en el Estado. Estabilidad económica para salir de la crisis y crear empleo, y estabilidad política para avanzar en un nuevo tiempo de convivencia. Euskadi sabe que el ciclo de más de cuarenta años de violencia y terrorismo está próximo a terminar. Todo Euskadi lo sabe desde hace tiempo, y la novedad es que ahora lo sabe también la izquierda abertzale no emancipada. Sabe que no puede seguir mirando hacia atrás y a los demás, que le corresponde mirarse a sí misma y tomar decisiones. Parece que ha tomado conciencia de ello y ha comenzado a dar los pasos que le exige la ciudadanía y a los que damos la bienvenida. Bienvenidos al rechazo de la violencia, a la construcción nacional y a la acción exclusivamente política. Estamos a las puertas de un nuevo escenario que necesita tiempo. La paz y la normalización necesitan tiempo, y por eso somos contrarios a unas elecciones anticipadas, conscientes de que con ello perdemos un año entero.

Nosotros nunca hemos perdido el tiempo, desde el mes de febrero EAJ-PNV está desarrollando el proyecto Ados, nuestra iniciativa política, económica y social para la Euskadi del futuro.

Proponemos cuatro principios que, una y otra vez, se sugieren en las aportaciones para lograr la paz y la profundización en la normalización política en Euskadi. Son cuatro principios en los que cabemos todos.

El primero es la Política. Ados significa acuerdo con las vías exclusivamente políticas y democráticas. La no violencia, la exigencia a ETA de un abandono definitivo de la violencia. La oposición frontal a cualquier forma de violencia, amenaza o pretensión de tutela que pueda alterar la situación política o los procesos de diálogo.

El segundo principio es el Pluralismo. Ados simboliza el acuerdo con la participación de todas las fuerzas políticas, sin exclusiones. El compromiso efectivo con la pluralidad, que supone compartir que esta sociedad tiene identidades plurales que deben convivir en un escenario democrático. La pluralidad también significa representación política de esa pluralidad.

El tercero es el Acuerdo. Ados significa el acuerdo en la apuesta por el diálogo y la negociación entre todas las fuerzas políticas. Diálogo para un nuevo pacto basado en el sistema de concertación, fundamentado en los derechos históricos del Pueblo Vasco.

Y el cuarto principio es el Respeto. Ados es acuerdo en el respeto a las decisiones que la sociedad vasca adopte sobre su estatus político. Respeto a la voluntad democrática expresada por el Pueblo Vasco, porque tenemos el derecho y la capacidad de decidir nuestro propio futuro.

Esta es nuestra iniciativa, el acuerdo sobre cuatro principios: Política, Pluralismo, Acuerdo, Respeto. Estamos de acuerdo en que los partidos políticos debemos asumir la iniciativa. Hay quien dice que nada ha cambiado y que por tanto hay que seguir igual. Hay quien dice que todo ha cambiado y que por tanto hay que partir de cero. Nosotros decimos que hay que dejar de decir y hay que hacer. La política es acción y su cometido es conseguir, con inteligencia y con sentido, que cambien las cosas.

Con Ados somos claros y proponemos iniciar una nueva etapa. Hemos reiterado que todas las ideas se pueden defender a través de las vías exclusivamente políticas y democráticas. Hemos reiterado que no admitimos el terrorismo ni la tutela de la violencia. Ahora nos corresponde acordar que todas las ideas en paz pueden hacerse realidad. Estamos dispuestos a "mojarnos" para lograr un acuerdo entre todos que contribuya a conseguir la Paz y la Normalización política en Euskadi. Ados plantea ese acuerdo. No es una pista de aterrizaje para nadie, es una pista de despegue para todos. Es una oportunidad, por primera vez en paz, al diálogo de futuro para Euskadi, porque estamos convencidos de que Euskadi en paz se sale del mapa.