Estimados señores Iñaki Goirizelaia Ordorika, Jaime Oraá Oraá y Iosu Zabala Iturralde, así como directores de las escuelas universitarias y de centros que impartan módulos de grado superior:
Nuestros alumnos y alumnas han finalizado ya las pruebas de Selectividad y están matriculándose en sus centros. El pésimo ejercicio del ex consejero Tontxu Campos y su equipo, el estúpido continuismo de la consejera actual, Isabel Celaá, así como el silencio del Ararteko Iñigo Lamarka -de probada sensibilidad ante otras situaciones discriminatorias-, nos han llevado a una situación sin precedentes. No es éste el lugar de abordar su análisis en toda su profundidad, pero estaría dispuesto a retomarlo si se me concediese el espacio necesario para ello.
En el curso 2010/11 habrá alumnos en sus facultades y centros, que han cursado en Bachillerato 32 horas semanales de Religión en primero y otras tantas en segundo, tal y como señala la LOE. Sin embargo, habrá también entre ellos quienes hayan cursado 34 horas en primero y 33 en segundo y ello de forma voluntaria. Todo un mérito de ese alumnado, pero un mérito forzado por la imposición de tener que optar por la asignatura de Religión fuera del horario escolar. Hablamos de las 7.00 horas de la mañana, antes del comienzo de las clases, o una vez terminadas éstas, cuando el resto de los alumnos ya han abandonado el centro.
Ténganlo en cuenta: estos jóvenes han mostrado una voluntad extraordinaria en los tiempos que corren, es un gesto digno de toda consideración. Aprécienlo como tal y mímenlo como hemos venido haciéndolo nosotros.