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Manuel de Irujo, un buen amigo de Europa

HOY es 9 de mayo, hoy es el Día de Europa y hoy es también el día del Amigo de Europa, Manuel de Irujo. Irujo nació en Estella un 25 de septiembre de 1891, su padre, profesor en la Universidad de Deusto, era abogado de Sabino Arana y así fue que con apenas 7 años conoció al fundador del PNV, quien por entonces estaba preso en la cárcel de Larrinaga. El 20 de julio de 1908 ingresó en el PNV. Actuó como propagandista en la Universidad en unos años en que la supremacía correspondía a los monárquicos. Al finalizar sus estudios, regresó a Estella, donde fundó el Centro Vasco, y alternó su actividad política con la de abogado. Irujo fue sobre todo un político navarro, durante 1910-1936 centró toda su actividad en Navarra y posteriormente, en 1977, salió elegido senador dentro de la coalición Frente Autonómico y en 1979, parlamentario foral.

Con la llegada de la República en abril de 1931, Irujo se entregó desde el primer momento en la lucha por el Estatuto y no fue casualidad que la más importante de las asambleas estatutarias, en 1932, se celebrase en Estella. Los primeros intentos fracasaron y el Estatuto de Autonomía, sin Navarra, no se consiguió hasta octubre de 1936 en una plena Guerra Civil, que sorprendió a Irujo en Gipuzkoa. En San Sebastián participó decisivamente en la rendición de los militares sublevados atrincherados en el hotel María Cristina y en los cuarteles de Loyola. El Gobierno de la República le ofreció ser ministro, pero Irujo lo rechazó en tanto no se lograse el Estatuto. Y cuando éste se aprobó el 1 de octubre de 1936, Irujo aceptó el cargo. Irujo abandonó la península por El Perthus, junto a Lluis Companys, presidente de la Generalitat de Catalunya y el lehendakari José Antonio Aguirre. Tras una breve estancia en Francia fijó su residencia en Londres donde fundó la Euzko Etxea y colaboró en la Delegación del Gobierno vasco. Tras la invasión nazi de Francia, y encontrándose la mayor parte de los consejeros del Gobierno vasco en territorio ocupado y el propio lehendakari Aguirre en paradero desconocido, Irujo vio la necesidad de llenar el vacío de representatividad en que se encontraban y en colaboración con las delegaciones del Gobierno en Londres, Nueva York, Venezuela, México y Argentina, y junto al único consejero que se encontraba en un país libre, Aldasoro, fundó en 1948 el Consejo Nacional Vasco. Como presidente de este Consejo Nacional Vasco desarrolló una intensa actividad política y creó una Brigada Militar de las Fuerzas Francesas Libres. Irujo era un partidario decidido del federalismo político, tanto a nivel peninsular, a través de Galeuzka, como a nivel europeo. Y así, durante la II Guerra Mundial, formando parte de la Delegación Vasca en Londres y presidiendo el Consejo Nacional Vasco participó en la elaboración del memorando remitido en 1941 a varios gobiernos proponiéndoles la organización de una Federación Europea. Posteriormente, el mencionado Consejo Nacional Vasco se disolvió en 1941 al conocerse la aparición de José Antonio Aguirre en América después de múltiples peripecias en su huida de la Alemania nazi.

El 22 de enero de 1943, Irujo intervino en la reunión en la que se fundaba la Unión Cultural Europea. El 16 de diciembre de 1944 nació la Comisión pro Comunidad Ibérica de Naciones en la que participó. Paralelamente, y en representación de los vascos, intervino en diferentes reuniones de la Unión Europea. Tras la II Guerra Mundial, lo encontramos en 1947 en la creación del Movimiento Federalista Vasco, entidad admitida en la Unión Europea de Federalistas cuyo presidente de honor fue José Antonio Aguirre y el presidente efectivo el propio Irujo. Desde finales de los cuarenta y en varias ocasiones, formó parte de la Delegación Vasca en los Congresos de Comunidades y Regiones europeas y durante años fue el encargado de las relaciones internacionales del Gobierno vasco, cooperando activamente en la creación de la Democracia Cristiana europea.

Irujo se dedicó en cuerpo y alma al Movimiento Europeo, llegando a ocupar la presidencia del Consejo Federal Español, en sustitución de Salvador de Madariaga. Al conformarse el Consejo Vasco por la Federación Europea, el organismo más importante en el ámbito europeísta y origen del contemporáneo Consejo del Movimiento Europeo, Eurobask, estuvo presente en la reunión que se celebró el 1 de febrero de 1951 en París. Desde entonces, y hasta su muerte, fue miembro activo de su Junta Directiva. Irujo concibió, con una indudable visión de futuro, una Europa federal como una estructura de "coexistencias de soberanías, en cuya formulación jurídica estén garantizadas las que correspondan a la Federación Continental y a las diversas naciones que integran Europa", añadiendo que "la nación es lo que prevalece" y que "el Estado es una simple formación jurídica y política". Por su labor en la construcción europea, en 1972 fue nombrado presidente de Honor del Consejo Federal Peninsular del Movimiento Europeo hasta 1976. En 1974 fue proclamado Amigo de Europa. En 1977, Manuel de Irujo regresó del exilio al aeropuerto de Noain. El 15 de junio fue elegido senador por Navarra, ocupando la presidencia de la Asamblea de Parlamentarios Vascos. En 1978 fue distinguido por su trayectoria histórica como presidente de honor del Consejo Federal Peninsular. Durante tres décadas asistió a los Congresos del Movimiento Europeo Internacional, en las que alcanzó un gran prestigio. El 1 de marzo de 1979 fue elegido parlamentario foral de Navarra por el PNV, cargo que ostentaba el 1 de enero de 1981 cuando murió.

Irujo incorporó a sus planteamientos políticos nacionalistas vascos democráticos una línea de pensamiento federalista y europeísta. Fue autor de textos doctrinales, trabajos de análisis y fue asimismo uno de los impulsores de las organizaciones vascas que con tal enfoque se fueron creando (ya en un artículo de prensa aparecido en 1933 aseguraba que, en su opinión, el Pueblo Vasco, debía de pedir "un puesto como nación, en el banquete de los pueblos libres de Europa"). Termino con otra cita suya: "Declaro y afirmo que soy navarro de nacimiento y de corazón, y, por lo tanto vasco, como los gipuzkoanos, los alaveses, bizkainos, laburdinos y zuberoanos. Declaro y afirmo que mi patria chica es Nabarra, llamada antiguamente Vasconia, uno de los Estados libres del País Vasco o Euskadi, y ésta es la verdadera y única patria de todos los vascos. Declaro y afirmo asimismo, como vasco progresista de Nabarra, que aspiro a que mi patria se adhiera a la unión de Estados Confederados de Europa".