Si un vasco hubiera escrito lo que Ricardo Royo-Villanova ha publicado en su post, sería señalado por filoterrorista. Y es que el autor de A sueldo de Moscú alberga serias dudas sobre los beneficios para la lucha antiterrorista de las últimas detenciones: abogados de presos de ETA e incluso un profesor de Bellas Artes enfermo. Por no hablar, como él mismo dice, de Egunkaria. No obstante, se muestra receloso de las fuentes que provengan desde Euskadi, aunque los escrúpulos de Rovo-Villanova se extienden a todos los que escriben sobre política vasca y no sólo a los que lo hacen desde posiciones abertzales.