EL pacto PSE-PP ofrecerá hoy una nueva fotografía, que mostrará por una parte la realidad de un acuerdo que mantiene a los socialistas en el Gobierno vasco, pero que por otra ocultará una parte muy sustancial del caudal que a día de hoy recorre el subsuelo de la política vasca. La fotografía estará protagonizada por Patxi López y Antonio Basagoiti, y en ella ambos líderes aparecerán dando su aval al preacuerdo que sus respectivos partidos han alcanzado en torno a los Presupuestos de la Comunidad Autónoma Vasca para 2010. A la vista de esta imagen, se diría que todo está atado y bien atado en relación a la iniciativa más importante que acomete un gobierno en cada curso legislativo: la de las cuentas generales de la administración que dirige. Lo que no muestra la fotografía es la realidad más compleja que se mueve en torno a la negociación de los Presupuestos, que para el Gobierno de López no pasa únicamente por el acuerdo con los populares, por mucho que Basagoiti quiera aparecer como el protagonista principal. No existe una única mesa de negociación de los Presupuestos, porque la complejidad de la política vasca y también la del Estado, debido a la debilidad parlamentaria del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, obliga a tener en cuenta muchas variables a la hora de afrontar esos acuerdos. El pacto de estabilidad institucional y presupuestaria que negocian los socialistas con el PNV, atendiendo a una iniciativa de los jeltzales, tiene un frente en Madrid, otro en Gasteiz, otros tres en las tres diputaciones forales, y multitud de ellos en los ayuntamientos de la Comunidad Autónoma Vasca. El preacuerdo alcanzado por el PSE y PP no deja de ser, por tanto, sino una mera escenificación de la supuesta buena salud del pacto que mantienen. No se puede decir que sea papel mojado, pero sí que se trata de un borrador que tendrá que ser revisado y retocado, es posible que de forma profunda, en otros contactos del Gobierno de López con el resto de las fuerzas del arco parlamentario, pero de forma muy especial con la que ostenta el mayor número de escaños en la Cámara vasca, el PNV. Por ello, una vez guardadas las apariencias con la foto de hoy, empieza la verdadera negociación de los Presupuestos, con dos protagonistas fundamentales, aquí y en Madrid: los jeltzales y los socialistas. Esta realidad pone aún más de manifiesto la artificialidad del pacto constitucionalista en Euskadi, que ha servido para desalojar a los nacionalistas vascos del Gobierno vasco, pero que a renglón seguido empieza a hacer agua y debe buscar otros aliados para la estabilidad institucional. El frente político que mantiene a Patxi López en Ajuria Enea se presenta, así, como el primer escollo para esa estabilidad institucional. A medida que pase el tiempo, esto va a ser cada vez más evidente.