Carmen Machi, la mujer que dejó ‘Aída’

Fue viéndola en una función de teatro cuando el director de casting Luis San Narciso se fijó en ella y le ofreció una prueba para un pequeño papel en una serie que se convirtió en la oportunidad de su vida, 7 vidas. Era el año 2000 y había nacido Aída, personaje que iba a ser ocasional, pero que al final se convirtió en uno de los más importantes de la historia y que dio nombre a un spin off muy conocido por todos los espectadores de Telecinco. Durante tres años seguidos fue una constante en muchos hogares dando vida a un ser tan extravagante como tierno, el de una mujer que se dedicaba a la limpieza, que llegaba a fin de mes con muchos esfuerzos y que tenía que lidiar con una madre exasperante, un hermano con el que no hacía carrera y unos hijos que llevarían al manicomio a la persona más equilibrada del universo.

A pesar del éxito, decidió abandonar Aída. Sentía que si seguía no podía hacer otros proyectos, tal y como ella deseaba. El autor teatral Juan Mayorga le ofreció una de las obras que más satisfacciones le han dado, La tortuga de Darwin. Tras este proyecto volvió a reencontrarse con Almodóvar, con quien había trabajado en Hable con ella. El director manchego le propuso protagonizar una de las películas suyas que más han recaudado en taquilla, Los abrazos rotos, proyecto que le abrió las puertas al mundo del cine con una serie de historias que la colocaron en el punto de mira de otros realizadores: La mujer sin piano (Javier Rebollo), Pájaros de papel (primera película de Emilio Aragón) y Que se mueran los feos (Nacho Velilla), entre otras.

Paralelamente, Machi continuó consolidándose en teatro, desde Platonov (2009) hasta Falstaff (2011), pasando por funciones como Almuerzo en casa de los Wittgenstein (2010-2011). La televisión fue quedando en un papel secundario en su vida profesional, hasta prácticamente dejarla fuera de cámara. Volvió por un lado como invitada especial a Aída, a donde regresó brevemente durante varios capítulos coincidiendo con la cancelación de la serie; y por otro con la miniserie Rescatando a Sara, dirigida por Manuel Ríos San Martín.

Pero donde se coronó de nuevo fue en cine con su personaje para Ocho apellidos vascos, un interesante secundario junto a Karra Elejalde que continuó en Ocho apellidos catalanes. La actriz está volcada actualmente en el cine y el teatro con alguna aparición esporádica en la pequeña pantalla como invitada.