La República de Irlanda ha formalizado ante el Tribunal de Estrasburgo su prometida demanda contra la ley británica para la reconciliación en Irlanda del Norte, en especial porque cuestiona la inmunidad para crímenes cometidos durante el conflicto, entre 1960 y el acuerdo de paz de 1998.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) indicó ayer en un comunicado que el Gobierno irlandés presentó esta demanda interestatal el pasado 17 de noviembre porque considera que algunas disposiciones de esta controvertida ley son incompatibles con el Convenio Europeo de Derechos Humanos.

La controvertida ley juzgará los violentos asesinatos de la época de Los Problemas (The Troubles, en inglés), el eufemismo con el que se conoce al conflicto norirlandés, que se cobró durante casi cuatro décadas la vida de unas 3.500 personas.

Esta norma establece una comisión independiente que se encargará de examinar las muertes, si bien uno de los puntos más controvertidos es que incluye una amnistía para todos aquellos que cometieran delitos durante el conflicto, ya fueran los nacionalistas irlandeses, los unionistas o incluso las fuerzas del orden británicas, pero que se abran a brindar información valiosa a la mencionada comisión.

Para Dublín, eso viola los artículos del convenio europeo que protegen el derecho a la vida y prohíben la tortura y los malos tratos.

Además, el Gobierno irlandés critica por incompatible con las reglas europeas la parte de la ley británica promulgada el 18 de septiembre de 2023 que crea una comisión independiente para filtrar y prohibir, en nombre de la reconciliación, las investigaciones policiales y judiciales que se pueden llevar a cabo.

INICIATIVA DE BORIS JOHNSON

La polémica ley fue una iniciativa en 2021 del entonces primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, para hacer borrón y cuenta nueva del conflicto norirlandés tras el Acuerdo de Viernes Santo de abril de 1998. Sus dos sucesores, Liz Truss y Rishi Sunak, también han defendido esta norma.

Durante la elaboración de la norma, el Consejo de Europa y el ex primer ministro irlandés Micheál Martin, así como los familiares de las víctimas, ya expresaron sus críticas.

Cuando el pasado mes de diciembre el Gobierno irlandés anunció su intención de recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, uno de sus principales argumentos era que las víctimas no podían quedar marginadas y privadas del acceso a la verdad con esta legislación, a la que también se han opuesto los partidos norirlandeses y organizaciones de derechos humanos.

SEGUNDA DEMANDA ANTE EL TEDH

La de noviembre es la segunda demanda interestatal de Irlanda contra el Reino Unido ante el TEDH por el conflicto norirlandés.

La primera, presentada en 1971, se refería a algunas técnicas de interrogatorio utilizadas en ese territorio por las fuerzas británicas en virtud de los poderes especiales que les atribuyó Londres. En esa época los jueces europeos condenaron al Reino Unido por “tratos inhumanos y degradantes” contra las personas detenidas, pero no torturas como pretendía Dublín.