El Tribunal Supremo de Texas ha suspendido provisionalmente el permiso concedido por una corte inferior a una mujer de la ciudad de Dallas para abortar dado que su feto presenta el llamado 'síndrome de Edwards' o trisomía 18, una anomalía fatal en un porcentaje muy elevado de casos.

El Supremo ha actuado a petición del fiscal general de Texas, Ken Paxton, y ha decidido suspender provisionalmente el permiso "independientemente de los motivos de cada parte" para concederse más tiempo de cara a un veredicto final.

Algunas de las leyes contra el aborto en Texas son las más estrictas del país: está prohibido en prácticamente todos los casos excepto en aquellos donde la vida de la madre corre peligro. En el caso que atañe a la mujer afectada, el síndrome de Edwards que presenta el feto podría causarle daños a su salud y arriesgar futuros embarazos.

Además, la mayoría de los niños con trisomía 18 no viven más allá de las dos primeras semanas de vida y menos del 10 por ciento sobrevive al primer año, generalmente debido a defectos cardíacos o pulmonares importantes, según estimaciones de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.

El fiscal general Paxton, muy admirado por los estamentos ultraconservadores del estado, también ha enviado una carta a varios hospitales a los que avisa de que podrían enfrentarse a represalias si acaban alojando el procedimiento.

Los abogados de la mujer afectada se han declarado consternados por la petición de Paxton. "Es absolutamente asombrosa en su desprecio a la vida de nuestra cliente, a la fertilidad y al estado de Derecho", según un comunicado recogido por el 'Dallas Morning News'.