La oficina del primer ministro israelí se ha desmarcado de las declaraciones del ministro de Patrimonio, el ultraderechista y ultraortodoxo Amihai Eliyahu, quien ha asegurado este domingo que el Gobierno contempla como "opción" el lanzamiento de una "bomba nuclear" sobre la Franja de Gaza.

"Las declaraciones del ministro Amihai Eliyahu no se corresponden con la realidad. Israel y las Fuerzas de Defensa están operando de acuerdo con los más altos estándares del Derecho Internacional para evitar dañar a inocentes", ha indicado en la red social X.

El ministro de Seguridad Nacional de Israel, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, ha asegurado este domingo en la citada red social que ha hablado con Eliyahu, quien le ha asegurado que "sus palabras fueron dichas como una metáfora".

"Está claro para todos nosotros que la organización Hamás debe ser destruida y borrada y está claro que haremos todo lo posible para devolver a las personas secuestradas a sus hogares", ha indicado Ben Gvir en la citada red social.

Por su parte, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, ha tildado las palabras del ministro de "infundadas e irresponsables". "Es bueno que estas no sean las personas a cargo de la seguridad de Israel", ha dicho.

De la misma forma, el opositor Benny Gantz, que forma parte del gobierno de emergencia creado para la toma de decisiones militares en Gaza, ha aseverado que sus palabras "dañan los valores de Israel" y "aumentan el dolor de las familias de los secuestrados".

El líder de la oposición israelí Yair Lapid ha pedido la dimisión de Eliyahu, afirmando que con sus palabras "ha perjudicado a las familias de los secuestrados", así como "a la sociedad civil" y al "estatus internacional" de Israel.

Poco después, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha anunciado que ha suspendido a Eliyahu de "forma indefinida" de las próximas reuniones ministeriales, si bien por el momento permanece en el puesto, ha recogido el diario 'The Times of Israel'.

Eliyahu, que no forma parte del gabinete de emergencia, ha realizado dichas declaraciones en una entrevista con la radio ortodoxa Kol Berama.

El ministro también se ha mostrado partidario de la anexión del territorio de Gaza para construir asentamientos y de negar la ayuda humanitaria a la población en el enclave palestino. "No existen civiles que no estén involucrados", ha aseverado.

Eliyahu ya encendió la polémica hace menos de tres días tras publicar un comentario en su perfil de Facebook en el que calificaba como "deleite para los ojos" los bombardeos israelíes sobre Gaza y las operaciones militares en Cisjordania.  

Reacción de la Liga Árabe

Para la Liga Árabe, estas palabras de Eliyahu suponen que Israel "admite que posee armas nucleares". "Las declaraciones del ministro racista israelí Eliyahu son reveladoras. No sólo admite que poseen un arma nuclear, que es el secreto que todo el mundo conoce", dijo el secretario general del organismo panárabe, Ahmed Abulgueit, en la plataforma X (antes Twitter).

De acuerdo con Abulgueit, estas declaraciones también confirman "la realidad sobre la mirada aborrecible y racista de los israelíes hacia el pueblo palestino" y afirmó que "esta es la verdadera cara del Gobierno de ocupación".

Según diversas fuentes, el Estado judío desarrolló armamento nuclear de forma encubierta hace más de 50 años pero, hasta ahora, no admite ni niega su posesión y es el único país del mundo que no lo reconoce abiertamente, pero es un secreto a voces que es un Estado nuclear y figura como tal en los listados de instituciones de investigación atómica.

La organización Center for Arms Control and Non-Proliferation ha advertido en diversas ocasiones sobre la "amplia creencia" de que Israel posea este tipo de armamento, y ha recordado que el Estado judío no es parte del Tratado de No Proliferación Nuclear y que su "política de opacidad nuclear" es tolerada por enemigos y adversarios.

Tampoco ha aceptado las salvaguardias del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que tienen como objetivo desalentar la propagación de las armas nucleares mediante la detección temprana del "uso indebido" de material o tecnología nuclear.