Las relaciones diplomáticas entre la India y Canadá estallaron ayer por los aires como resultado de un profundo roce entre ambas naciones desde hace años por el separatismo sij, una comunidad originaria del país asiático que representa el 2% de la población canadiense. Ambos países expulsaron ayer a los altos representantes de sus respectivos países después de que el Gobierno canadiense culpase a la India de estar implicado en el asesinato en su territorio de uno de sus ciudadanos, un líder separatista de origen indio y perteneciente a la comunidad sij; unas acusaciones que, por su parte, el país asiático tildó de absurdas y motivadas.

“El Alto Comisionado de Canadá en la India fue convocado hoy [por ayer] e informado sobre la decisión del Gobierno de la India de expulsar a un alto cargo diplomático canadiense”, dijo el Ministerio de Exteriores del país asiático en un comunicado. El diplomático deberá abandonar la India en los próximos días, en una medida que refleja “la creciente preocupación sobre la interferencia de diplomáticos canadienses en nuestros asuntos internos”, según Exteriores.

El asesinato de Hardeep Singh Nijjar en junio en la localidad de Surrey, oeste de Canadá, ha desatado una crisis diplomática entre ambos países. Nijjar fue tiroteado por desconocidos en el aparcamiento de un templo sij, y había sido acusado de terrorismo por las autoridades indias por defender la creación del estado independiente de Khalistán para la minoría sij en el estado indio de Punjab.

Este movimiento separatista pasó a una insurgencia armada en la década de los 80 que dejó decenas de miles de muertos a su paso.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, afirmó el pasado lunes que, según los servicios de inteligencia canadienses, la India estuvo implicada en el asesinato de Nijjar. Canadá expulsó además a un diplomático indio, el responsable de la inteligencia de la nación asiática en el país.

Acusaciones absurdas

Por su parte, el Gobierno del primer ministro indio, Narendra Modi, rechazó ayer unas acusaciones que calificó de absurdas y motivadas. “Las alegaciones de implicación del Gobierno de la India en cualquier acto de violencia en Canadá son absurdas y motivadas”, dijo Exteriores en un comunicado de prensa.

Según las autoridades indias, las declaraciones del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ante el Parlamento buscan “desviar la atención de terroristas y extremistas khalistaníes”, que abogan por la creación en el estado indio de Punjab de un país independiente para la minoría sij.

Nueva Delhi ha acusado repetidamente a Canadá de permitir la presencia de personas que amenazan su “integridad territorial”, mientras que Trudeau defendió el derecho a la libertad de expresión y de manifestación pacífica tras un tenso encuentro con Modi durante la cumbre del G20 el pasado 9 y 10 de septiembre.

Tras el encuentro de ambos líderes, Canadá pospuso esta semana su misión comercial a la India después de la paralización de negociaciones para un tratado de libre comercio.

Canadá cuenta con 1,8 millones de personas de origen indio, de las que unas 770.000 son sij.