El presidente francés, Emmanuel Macron, rindió ayer homenaje a la respuesta de ciudadanos anónimos, policías y servicios de emergencia al apuñalamiento de niños en la localidad de Annecy (sureste de Francia) mientras que la derecha y la ultraderecha aprovecharon el incidente para culpar de lo ocurrido a la inmigración.
El presidente francés viajó ayer a la ciudad alpina donde visitó junto a su esposa Brigitte los hospitales donde están internados los heridos. Macron acudió después a la delegación del Gobierno en Annecy para felicitar y agradecer a los ciudadanos que se interpusieron entre el atacante y sus víctimas, a los policías que en cuatro minutos detuvieron al autor y a los trabajadores de emergencia y sanitarios que lograron salvar a los heridos.
Les anunció que, con “la mayor prudencia”, se pueden “alimentar las mayores esperanzas” sobre la recuperación de los heridos, cuatro niños de entre 22 meses y tres años, y un hombre de 78, que están en estado muy grave. Otro hombre herido se encuentra menos grave. “Atacar a niños es el acto más bárbaro que existe”, recalcó Macron, antes de destacar que, frente a esa violencia, “habéis sido, cada uno en vuestro puesto y vuestro papel, un ejemplo de profesionalismo y de eficacia”.
“Os debemos mucho”, reconoció el presidente “en nombre de la nación” y recordó que “cuando llega lo peor”, los servicios públicos reaccionan “como un todo orgánico” y “una fuerza que se organiza” para “proteger y acudir en nuestra ayuda”.
Héroe de la mochila
El presidente también departió brevemente con Henri, un joven de 24 años conocido ya en Francia como ‘el héroe de la mochila’, tras haber aparecido en vídeos de teléfonos móviles enfrentándose al autor y haciéndole retroceder mientras esgrimía su mochila como protección ante el cuchillo del atacante. Henri, que se ha convertido en una estrella mediática, rechazó en distintas declaraciones que se lo considere un héroe nacional. Según su versión, actuó “por instinto”, ya que para él “era impensable no hacer nada” y “todo el mundo lo hubiera hecho en (su) lugar”.
Prorrogado el arresto
Mientras tanto, la fiscal de Annecy, Line Bonnet-Mathis, decidió ayer prolongar el arresto del autor y el caso no se investiga como un acto terrorista.
El detenido no ha podido ser interrogado, ya que lo impide su estado de elevada agitación. Sin embargo, una evaluación psiquiátrica determinó que puede continuar bajo custodia policial. Se trata de un sirio cristiano de 31 años, que había recibido el estatuto de refugiado en Suecia hace diez años, y llegó a finales del año pasado a Francia, donde vivía en la calle, y donde hace cinco días se le denegó una solicitud de asilo político.
El suceso fue aprovechado por los líderes de la derecha y la ultraderecha para criticar la política migratoria del Gobierno y de la Unión Europea. Marine Le Pen y Éric Ciotti (líder Los Republicanos) insistieron en diferentes entrevistas en que el autor debía haber sido expulsado de territorio francés y en pedir que Francia deje de “someterse” a la política de la UE. “El atacante no debía haber estado en Francia”, resumió Ciotti, en una entrevista con la televisión pública.
Macron visita a los niños heridos
Hospital de Grenoble. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se desplazó al hospital de Grenoble donde están ingresados tres de los cuatro niños heridos en el apuñalamiento múltiple (entre ellos, una niña británica de dos años), así como el hombre de 78 años. El hombre menos grave está en el hospital de Annecy. El cuarto niño herido, un pequeño de 22 meses de nacionalidad neerlandesa, fue trasladado ayer de urgencia a un hospital de la cercana ciudad suiza de Ginebra. La primera ministra, Elisabeth Borne, declaró en un acto oficial que los niños se encontraban “estables”, pese a que las autoridades habían informado previamente de que dos de ellos seguían críticos.