La Policía argentina ha registrado este viernes el domicilio del asaltante de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, en el barrio porteño de La Paternal, del que han salido con "información escrita y grabada", según testigos.

El atacante ha sido identificado como Fernando Andrés Sabag Montiel, de 35 años y de origen brasileño. En la puerta del domicilio habían colgado un cartel que rezaba 'Esta no es la casa de Fernando' con el fin de evitar agresiones, según han dicho varias fuentes al diario 'Página 12'.

Montiel cuenta con antecedentes penales por posesión de arma no convencional, después de que en marzo de 2021 fuera interceptado por la Policía a bordo de un coche sin seguro, un incidente por el que tuvo que intervenir la Fiscalía, aunque el caso finalmente fue archivado. Durante aquel registro, los agentes encontraron un cuchillo de 35 de centímetros.

Un repaso a sus redes sociales, las cuales han sido ya cerradas, muestra que era seguidor de grupos de odio, así como de páginas en defensa de "órdenes masónicas" o religiones paganas, según se han hecho eco los medios argentinos. A su vez, se ha publicado una foto de él en la que se le puede ver tatuado en uno de sus codos el sol negro, un símbolo ligado al ocultismo nazi.

La prensa argentina también ha recordado un par de recientes intervenciones del atacante en la televisión del país, en las que a pie de calle ataca a la clase política y vincula la delincuencia y las ayudas sociales con la población migrante.

"La gente que viene de afuera a ocupar una villa y vivir gratis y a vivir de planes sin trabajar y venden droga habría que extraditarlos", argumentó en uno de estos comentarios a la televisión argentina.

El ataque contra la vicepresidenta Fernández de Kirchner se produjo este jueves sobre las 21.00 horas, hora local, cuando regresaba a su domicilio en el barrio de la Recoleta, en la ciudad de Buenos Aires, tras una sesión en el Senado.

En medio de un grupo de gente que había acudido a mostrarle su apoyo por la reciente acusación de la Fiscalía, Montiel sobresalió entre la multitud y accionó una pistola calibre 40 --que luego se supo estaba cargada con cinco balas--, que no disparó. Rápidamente fue neutralizado y detenido por la Policía.