El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se mostró ayer muy crítico con el orden internacional no solo por la guerra que asola a su país sino también por la escalada de tensiones en los últimos días en los Balcanes, Taiwán y el Cáucaso. “Todas estas situaciones parecen diferentes, aunque están unidas por un factor: la arquitectura de seguridad global no ha funcionado”, sostuvo Zelenski en su discurso diario a la población ucraniana, en el que aseguró que la invasión rusa de su país ha hecho comprender lo frágil que es “nuestra libertad”.

El mandatario de Ucrania aseguró asimismo que el pueblo ucraniano ha unido “al mundo libre no solo en torno a su lucha por la libertad, sino también en torno a la comprensión de lo frágil que es nuestra libertad” para señalar a continuación que “esta fragilidad solo puede protegerse mediante la acción conjunta, y para que esto funcione a largo plazo, debe haber una arquitectura de seguridad global efectiva que garantice que ningún estado pueda volver a recurrir al terror contra otro estado”.

Las palabras del presidente ucraniano tienen lugar después de que en los últimos días se hayan registrado un aumento de las tensiones en los Balcanes, con el episodio entre Kosovo y Serbia; en Taiwán, tras la visita a la isla de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi; o tras la muerte este miércoles de varios soldados armenios y azeríes en enfrentamientos cerca de la región en disputa Nagorno Karabaj, sobre la que también se ha posicionado Rusia, de quien Zelenski ha aseveró que “después de todo lo que han hecho el Ejército ruso y las compañías militares rusas, supuestamente privadas, ninguna otra organización terrorista en el mundo puede reclamar la primacía del terror. Rusia es definitivamente el número uno entre los terroristas. Y esto definitivamente merece consecuencias legales, en particular, en las decisiones de Estados Unidos y otros actores mundiales”.

Esas apalabras, además, no iban dirigidas solo a los aliados occidentales de Ucrania, sino a un tercer factor que Zelenski pretende que intervenga: China. De hecho, el mandatario ucraniano reconoce que busca una oportunidad para hablar “directamente” con el mandatario chino, Xi Jinping, y pedirle que use su influencia sobre Rusia para poner fin a la guerra, según una entrevista con el diario hongkonés South China Morning Post .

“Me gustaría hablar con él”, dijo Zelenski, quien recordó que mantuvo una conversación con Xi “hace un año” y que el gobernante chino es uno de “los pocos líderes mundiales que ha visitado Ucrania al menos una vez”. El presidente ucraniano explicó en la primera entrevista concedida a un medio de Asia que China, aparte de ser “miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU”, es “un país muy poderoso con una economía también poderosa”, lo que le hace “tener influencia económica y política en Rusia” y cuestionó: “¿Para qué tenemos un Consejo de Seguridad si uno o varios países del mundo pueden simplemente decidir violar las reglas por la vía militar?”.