La única clínica de interrupción del embarazo del estado de Mississippi, Jackson Women's Health Organization, ha cerrado sus puertas este miércoles después de que una jueza de primera instancia se negara a bloquear la entrada en vigencia de una ley antiaborto que prohíbe esta práctica en la mayoría de los casos.

"Sin ninguna otra acción, hoy será el último día en que Jackson Women's Health podrá brindar servicios de aborto (...) Eso significa que el último proveedor de servicios de aborto en Mississippi ya no podrá brindar esa atención esencial", ha asegurado la abogada del Centro de Derechos Reproductivos, Hillary Schneller, en declaraciones a 'The Washington Post'.

La jueza Debbra K. Halford rechazó el martes la solicitud de medidas cautelares de la clínica, citando la decisión del Tribunal Supremo estadounidense de anular Roe versus Wade, el precedente legal que permitía la interrupción del embarazo en el país.

La clínica ya ha anunciado su intención de continuar apelando en los próximos días, aunque, mientras avance el caso en los tribunales, no podrán realizar abortos, según el citado diario.

Jackson Women's Health Organization era una clínica de interrupción del embarazo a la que acudían habitantes del estado de Mississippi, así como de otros estados restrictivos donde no existía este tipo de atención médica.

El Supremo estadounidense votó en privado para anular esta legislación, un precedente legal que se lleva usando en el país desde 1973. En un documento de 98 páginas filtrado por la prensa, sin ser entonces definitivo, escrito por el juez Samuel Alito, los jueces concluyeron que había que "devolver el tema del aborto a los representantes electos del pueblo".

Desde que la decisión fuese adoptada el pasado 24 de junio, los legisladores de más de dos docenas de estados conservadores han preparado proyectos de ley que prohibirían o restringirían el aborto, generando una gran controversia en todo el país y en la comunidad internacional.