ÍAS después de que sonaran los primeros disparos de la Guerra Civil en la primavera de 1861, tres esclavos fugitivos proclamaron su libertad en Fort Monroe, Virginia. La Ley de esclavos fugitivos de 1850 requería que se devolvieran los prófugos a sus dueños, pero en mayo de 1861 el general de la Unión Benjamin Butler declaró que estos serían considerados "contrabando de guerra" y no serían restituidos. La primera ley de confiscación del 6 de agosto de 1861 permitió incautar los "bienes utilizados activamente para rebelarse contra la Unión", entre ellos los esclavos.

En enero de 1862, Thaddeus Stevens, líder republicano de la Cámara de Representantes, propuso la emancipación de los esclavos como medio para ahogar la economía rebelde. El 13 de marzo de 1862, el Congreso aprobó la ley que prohibía devolver los fugitivos a sus dueños y, el 17 de julio de 1862, se aprobó la segunda ley de confiscación para reprimir la insurrección y castigar la traición mediante la incautación de bienes. Además del embargo de propiedades, se decretó la libertad de los esclavos en propiedad de rebeldes y se autorizó el traslado de las personas liberadas a "algún país tropical fuera de los límites de los Estados Unidos". Y es que los esclavos liberados no siempre eran bienvenidos en el Norte. El comité del Senado de Pennsylvania emitió un informe "sobre la inmigración de negros y mulatos al estado" en respuesta a la petición de detener el flujo de esclavos liberados, si bien finalmente recomendó recibir a los fugitivos porque "por cada esclavo que arrancamos de la traición, obtenemos un soldado".

El 19 de junio de 1862, el Congreso prohibió la esclavitud "en los territorios actuales y futuros de los Estados Unidos", y un mes más tarde, el 25 de julio de 1862, el presidente Abraham Lincoln presentó un primer borrador de la proclamación de emancipación a su gabinete, en el que recomendaba la abolición gradual de la esclavitud. Tras varios fracasos militares, Lincoln decidió posponer la emisión de este documento hasta que una victoria en el campo de batalla le brindara mayor autoridad. Tras la victoria de Antietam, el 22 de septiembre de 1862 emitió la primera versión de la proclamación de emancipación. Otorgó a los confederados cien días para rendirse o perderían a sus esclavos, y afirmó que se trataba de una "acción de guerra". Tres meses más tarde, el 1 de enero de 1863, el presidente emitió el último borrador de la proclamación, por la que declaraba "que todas las personas mantenidas como esclavas [en los diez estados rebeldes] son, y en lo sucesivo serán, libres". Lincoln se refirió a esta medida como "un acto de justicia, garantizado por la constitución y la necesidad militar".

En una carta a Horace Greeley, firmada el 22 de agosto de 1862, Lincoln aseguraba que su "principal objetivo en esta guerra es salvar la Unión, y no proteger ni anular la esclavitud. Si pudiera salvar la Unión sin liberar a ningún esclavo lo haría, y si pudiera salvarla liberando a todos los esclavos, lo haría; y si pudiera salvarla liberando a unos y dejando a otros en paz, también lo haría. Lo que hago con la esclavitud y la raza de color, lo hago porque creo que ayuda a salvar la Unión; y lo que no hago, no lo hago porque no creo que ayude a salvar la Unión..." Lincoln declaró que la emancipación era "una medida de guerra adecuada y necesaria para reprimir la rebelión" antes que una medida humanitaria.

De hecho, la proclamación de emancipación transformó la guerra civil en una guerra "de liberación". Tras el 1 de enero de 1863, cada avance de las tropas de la Unión era celebrado como "un avance en el dominio de la libertad". La proclamación de emancipación otorgó fuerza moral a la causa de la Unión y la fortaleció ideológica y políticamente. Menos de un mes después de que Lincoln asegurara que, en virtud de la proclamación las personas esclavizadas "serían recibidas en el ejército de los Estados Unidos", se presentaron los primeros voluntarios negros y en ese mismo año de 1863 se formaron las primeras unidades de "tropas de color". Al final de la guerra, casi 200.000 voluntarios negros habían servido en las filas de la Unión.

La proclamación de emancipación fue más allá de la segunda ley de confiscación de 1862 ya que proclamó la libertad de los esclavos con independencia de que sus dueños estuvieran o no involucrados en la insurrección. Pero era muy limitada. Se aplicaba solo a los diez estados que habían declarado la secesión (Carolina del Sur, Mississippi, Florida, Alabama, Georgia, Luisiana, Texas, Virginia, Arkansas, Carolina del Norte), y no se aplicó en Tennessee ni en otras partes de los estados del Sur que controladas por las fuerzas de la Unión. Tampoco se aplicó en Maryland, Delaware, Missouri y Kentucky. El New York Times criticó la proclamación porque solo declaraba libres a los esclavos en las zonas que no estaban bajo el control de la Unión, por lo que era papel mojado.

Pero, a pesar de sus muchas limitaciones y de su incierto origen, se calcula que afectó positivamente a más de 3,5 millones de los 4 millones de personas esclavizadas en el país. Alrededor de 25.000 a 75.000 se emanciparon de inmediato en aquellas regiones de la Confederación ocupadas por el ejército del Norte. Y dos años después de la proclamación, Lincoln procuró que los estados fronterizos como Maryland, Missouri y Virginia Occidental adoptaran leyes abolicionistas y presionó para que se aprobara una nueva enmienda constitucional a este respecto. El Congreso aprobó la 13ª enmienda en enero de 1865 y los estados la ratificaron el 6 de diciembre de 1865. El texto de la enmienda reproducía las palabras de la ordenanza de 1787 para el gobierno del Territorio del Noroeste. En virtud del senador Trumbull, mediante su aprobación se pretendía sacar la cuestión de la esclavitud completamente fuera de las discusiones políticas en el país. La enmienda declaró que la esclavitud y la servidumbre involuntaria eran inconstitucionales, "excepto como castigo por un delito", lo que cerró un primer capítulo de la historia de la esclavitud en los Estados Unidos, pero abrió las puertas a otro negro episodio.

La proclamación no fue sino la primera batalla en la lucha contra el racismo y por la igualdad. Pasarían más de dos años antes de que la noticia de la proclamación llegara a Texas. De hecho, hasta que las tropas de la Unión entraron en Galveston el 19 de junio de 1865, los residentes no se enteraron oficialmente de que la esclavitud había sido abolida. Esto ha dado lugar al Juneteenth, que se celebró por vez primer en Texas el 19 de junio de 1866. En pocos años, el 19 de junio se celebraba en muchos estados, si bien esta celebración no fue considerada "fiesta federal" hasta su promulgación por el presidente Joe Biden el 19 de junio de 2021.

Frederick Douglass dijo que era más fácil formar niños fuertes que reparar hombres rotos. Medio siglo más tarde, Martin Luther King dijo que si las crueldades de la esclavitud no pudieron detener la lucha por los derechos civiles, la oposición a la que se enfrentaban fracasaría. Pero siglo y medio después de la abolición de la esclavitud aún estamos lejos de declarar una rotunda victoria de la igualdad sobre la segregación. Es preciso seguir avanzando, seguir luchando, "no es luz lo que necesitamos, sino fuego; no es lluvia suave, sino el trueno". l

La enmienda declaró que la esclavitud y la servidumbre involuntaria eran inconstitucionales, "excepto como castigo por un delito"