belgrado/bruselas. La Asamblea General de la ONU aprobó ayer por aclamación la resolución presentada por Serbia sobre la cuestión kosovar, en la cual el Gobierno serbio evitó condenar la secesión de Kosovo y apostó por el diálogo con el que fuera hasta hace poco su territorio, con la Unión Europea (UE) como mediadora. El texto aprobado contó con el apoyo del gobierno de Kosovo, después que Serbia se plegara el miércoles a las exigencias de la UE y accediera a rebajar el tono de la resolución original, suprimiendo los llamamientos a condenar la secesión kosovar.
En un principio, Serbia quería condenar en el texto la independencia de Kosovo como acto de protesta, luego que el 22 de julio la Corte Internacional de Justicia de la Haya declarara que tal independencia no violaba las leyes internacionales. La resolución fue presentada ayer ante la Asamblea General por el ministro de Asuntos Exteriores de Serbia, Vuk Jeremic, que recordó que su país "no reconoce ni reconocerá" la decisión "unilateral de independencia de Kosovo". Para Jeremic, la resolución tiene que servir "para crear la atmósfera" adecuada para un "pacto global sobre la paz" en la región.
En el breve texto que conforma la resolución aprobada ayer, se apunta que tras saber y estudiar "con sumo cuidado" la decisión de la Corte Internacional de la Haya, y en conocimiento de tal decisión, se "saluda la disposición de la Unión Europea a facilitar el proceso de diálogo entre las partes (Serbia y Kosovo)". Además, se apunta que tal proceso "sería en sí mismo un factor para la paz, la seguridad y la estabilidad en la región, y que el diálogo promovería la cooperación, el progreso en el camino hacia la Unión Europea y una mejora en la vida de la gente".
La nueva resolución recibió incluso el respaldo de países europeos como España, Grecia, Chipre, Eslovaquia y Rumania, que al igual que Serbia no reconocen la independencia de Kosovo. Los otros países que patrocinaron el documento fueron Austria, Bélgica, Bulgaria, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Holanda, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Polonia, Portugal, Eslovenia, Suecia y el Reino Unido. A pesar de que Serbia rebajó el tono de la resolución, la votación estuvo marcada por un retraso de unas dos horas y media por las quejas de la delegación serbia ante la presencia en la sala del presidente de Kosovo, Fatmir Sejdiv, y el ministro de Asuntos Exteriores kosovar, Skender Hyseni, que estaban sentados en las gradas destinadas al público. Finalmente se llegó a un acuerdo y la delegación kosovar pudo permanecer en la sala.
Kosovo, con una población compuesta en un 90 por ciento por albaneses, declaró en 2008 su independencia de Serbia. Tanto la mayoría de países de la UE así como Estados Unidos reconocieron el nuevo país. El dictamen del La Haya no es vinculante pero sí tiene importancia de cara al futuro de la región.