Combustión pura y tres tipos de electrificación parcial
El Sportage prescinde de la versión MHEV de gasolina, que sí ofrece en diésel (136 CV), junto a un híbrido convencional (239 CV) y dos opciones térmicas (150 y 180 CV); espera un híbrido enchufable (288 CV)
El reparto motriz al servicio del renovado Sportage experimenta cambios. La inminente incorporación de una variante PHEV híbrida enchufable cerrará el cartel de cinco candidatos. Dos de ellos apuestan exclusivamente por la combustión interna. El resto recurre a distintos métodos de electrificación parcial.
La motorización de acceso a la gama es la MHEV, que asocia al propulsor diésel 1.6 CRDi de inyección directa un pequeño bloque eléctrico a 48 voltios y la batería correspondiente. Esta solución microhíbrida, catalogada como ‘Eco’, remite sus 136 CV a las ruedas delanteras empleando transmisión manual de seis marchas o bien automática de siete. Firma prestaciones decorosas (180 km/h de punta y 11,1 segundos hasta 100 km/h), pero promete consumos y emisiones bastante comedidos (5,2 litros y 132 g/km de CO2).
Kia ha sacado de la ecuación la versión ‘mild hybrid’ homóloga de gasolina. La decisión, tomada en Corea, pretende reorientar a la clientela hacia las versiones HEV y PHEV. La primera de ellas, libre de cables, asocia un bloque de gasolina de 180 CV y otro eléctrico de 65 para obtener un rendimiento conjunto de 239 CV. La transmisión es automática de seis relaciones. Este Sportage autorrecargable, con distintivo medioambiental ‘Eco’, propone variantes con tracción delantera e integral; ambas ruedan a un máximo de 198 km/h y aceleran hasta 100 km/h en 7,9 y 7,1 segundos, respectivamente. Por prestaciones y agrado de conducción la HEV es la opción de compra más recomendable para quienes usan asiduamente el coche y pueden afrontar un desembolso de 32.000 euros en adelante.
Lo único que Kia ha desvelado sobre la declinación PHEV enchufable a punto de incorporarse a filas es que comparte con la HEV el bloque principal de gasolina y la transmisión. Alcanza un rendimiento de 288 CV y se podrá adquirir con tracción delantera y 4WD.
Las personas reacias a la electrificación cuentan con dos opciones de compra clásicas de gasolina con etiqueta C. Kia emplea en ellas dos variantes del motor 1.6 T-GDi de cuatro cilindros con inyección directa. La más modesta y asequible entrega 150 CV a las ruedas delanteras y está disponible con cajas manual de seis marchas y automática de doble embrague con siete relaciones. Acredita moderados consumos (de 6,2 a 7,2, dependiendo de la transmisión y los neumáticos). Por su parte, la versión gasolina más potente distribuye sus 180 CV entre los dos ejes y monta solo transmisión automática; oficializa un gasto medio de 6,9 litros.