La marca revisa su modelo insignia redefiniendo un proyecto surgido hace tres décadas. Ese legado se adapta a la corriente imperante para dar origen al E-Outback eléctrico. Subaru aspira a trasladar al nuevo BEV cualidades de las entregas previas del modelo como “la versatilidad, la capacidad y la confianza para llegar a cualquier lugar, con una emocionante potencia eléctrica y tecnología refinada”.
El discurso estético cambia bastante para mostrar una estampa mestiza de SUV y familiar con alzas. Su eslora rondará los 4,8 metros para acoger a bordo cinco adultos y muchos bultos. Las primeras imágenes muestran un crossover resultón con aire aventurero. Separa 21 cm del suelo su plataforma, protege sus prominentes pasos de rueda, monta rieles de techo, portón trasero y llantas de aleación de 18 o 20 pulgadas. El E-Outback combina sus dos bloques eléctricos (375 CV) con una batería de 74,7 kWh, obteniendo una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos y una autonomía superior a 450 km. Su capacidad todoterreno está avalada por el Symmetrical AWD y el gestor de modos de impulsión X-MODE dual. Por la seguridad velan tecnologías avanzadas como la frenada de emergencia, la frenada secundaria de colisión, así como el sistema de asistencia a la conducción EyeSight.