Cuando ocurre un apagón masivo, como el vivido el pasado lunes 28 de abril en todo el Estado, el caos puede apoderarse rápidamente del tráfico.
La interrupción del suministro eléctrico dejó fuera de servicio miles de semáforos, generando confusión entre los conductores. Ante este tipo de situaciones, poco habituales pero posibles, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha recordado las normas esenciales que deben seguirse cuando los semáforos no funcionan. Conocer estas pautas no solo puede evitar accidentes, sino que también contribuye a mantener la fluidez del tráfico y la seguridad vial.
La prioridad en la jerarquía de señales de tráfico
La clave para circular correctamente cuando no hay semáforos activos está en conocer la jerarquía de señales establecida en el Reglamento General de Circulación. Esta jerarquía determina qué indicaciones prevalecen sobre otras en caso de conflicto o ausencia de señalización habitual:
- Agentes de tráfico: Sus órdenes son prioritarias por encima de cualquier otro tipo de señal. Si un agente regula el tráfico manualmente en un cruce, sus indicaciones deben obedecerse sin excepción.
- Señales temporales o circunstanciales: Como las que se colocan en zonas de obras o situaciones especiales. Incluyen conos, carteles móviles, luces de balizamiento o barreras.
- Semáforos: Solo tienen validez si están operativos. Si están apagados, su función queda anulada.
- Señales verticales: Las tradicionales señales de tráfico, como el "Stop", el "Ceda el paso" o señales de prioridad.
- Señalización horizontal: Las marcas pintadas sobre el pavimento, como pasos de peatones, líneas continuas o discontinuas, y flechas de dirección.
Cuando los semáforos están apagados y no hay agentes presentes, se deben seguir en primer lugar las señales verticales y, en su defecto, las marcas viales.
Cómo actuar en una intersección sin semáforo
En el caso de llegar a un cruce donde el semáforo no funciona y no hay ningún tipo de señalización adicional, la normativa establece que se debe aplicar la norma de prioridad a la derecha. Esto significa que debe cederse el paso a cualquier vehículo que se aproxime por la derecha, salvo que existan otras señales que indiquen lo contrario. Además, es recomendable actuar como si se tratara de una señal de “Stop”, es decir, detenerse completamente, observar y asegurarse de que no viene nadie antes de continuar.
La importancia de la precaución y el civismo
Durante el apagón del 28 de abril, muchos ciudadanos se lanzaron a la calle para intentar regular el tráfico de manera espontánea, algo que, aunque bien intencionado, supone un grave riesgo tanto para los voluntarios como para los conductores. La DGT desaconseja totalmente esta práctica. Solo los agentes autorizados pueden dirigir el tráfico.
Ante situaciones excepcionales como un apagón, la prudencia se convierte en la principal aliada del conductor. Reducir la velocidad, mantener una distancia de seguridad adecuada y estar muy atentos a peatones y ciclistas es fundamental. La DGT ha insistido además en que, siempre que sea posible, se evite circular durante un apagón o hasta que se restablezca completamente la normalidad.
Prioridad absoluta a los peatones
Otro aspecto fundamental a tener en cuenta es la prioridad peatonal. En situaciones donde no hay semáforos operativos, los peatones siempre tienen prioridad, especialmente en pasos de cebra o al cruzar una intersección. Esto exige un ejercicio extra de atención y respeto por parte de los conductores.
Recordar lo aprendido en la autoescuela
El apagón masivo sirvió como recordatorio de que, incluso en la era de la tecnología, es crucial conocer las normas básicas de circulación. Las instrucciones de la DGT son claras: ante semáforos apagados, hay que seguir la jerarquía de señales, ceder el paso a la derecha si no hay otra indicación, dar prioridad a los peatones y extremar la precaución. Solo con responsabilidad y respeto se puede evitar que una situación crítica termine en tragedia.