El consumo de los coches era una cuestión menor hasta hace poco tiempo. La elección del modelo que pensábamos comprar giraba en torno al diseño, la marca el color, las ofertas y otros condicionantes de lo más variopinto. Actualmente, con el precio de los combustibles disparado, la eficiencia energética es uno de aspectos más valorados.

También los conductores son conscientes de que un alto consumo merma sus bolsillos de forma ostensible y van adquiriendo cada vez más hábitos de conducción eficiente para ahorrar combustible.

Una de las conductas más habituales para intentar ahorrar combustible es el de apagar el motor en los semáforos o en los atascos.

Otros, los conductores más afortunados que disfrutan de coches más modernos, ya disponen en sus vehículos del sistema Start&Stop, un mecanismo que detiene el motor automáticamente en cualquier circunstancia de la conducción en la que se produzca una detención más o menos prolongada (como los atascos y los semáforos) y consigue un ahorro de gasolina.

Pero si no dispones de este asistente tecnológico puedes recurrir a la desconexión del motor. Ahora bien, ¿ahorras realmente gasolina poniendo en práctica este método?

La realidad es que sí, aunque el ahorro dependerá del tiempo que vayas a estar parado y de las características de tu coche.

Siempre que tu vehículo esté parado logras ahorrar algo de combustible y los expertos destacan que es más un mito que una realidad la extendida creencia de que el motor consume más al arrancar que estando al ralentí. Sobre todo en los motores de inyección directa, que ajustan más la cantidad de gasolina que dispensan al motor de combustión.

Por ello detener el motor en esas ocasiones citadas anteriormente supone un ahorro. Y cuanto más prolongadas sean las paradas o las incidencias, más cantidad de combustibles logras ahorrar.

Con la salvedad de que, en algunos casos, el apagar y arrancar el motor constantemente en poco tiempo puede generar problemas de batería o de motor de arranque que acabes pagando.

Para ahorrar combustible debes tener en cuenta:

  • En el caso de que conozcas los semáforos de alguna de tus rutas habituales y tengas controlado el tiempo que tardan en ponerse en verde, podrás determinar en cuáles puedes apagar el motor sin problemas para consumir menos combustible.
  • En retenciones de larga duración, como atascos o retenciones por obras es aconsejable apagar el motor.
  • Cuando paras o aparcas el coche para esperar a alguien, siempre y cuando el tiempo de espera supere el minuto debes apagar el motor en todas las ocasiones.
  • Hay circunstancias de conducción en las que es posible que no ahorres mucho al apagar el motor, pero es cansejable para minimizar la contaminación ambiental y acústica que se produce.

Como ejemplo del ahorro que se produce si realizas este gesto en un atasco o un semáforo están los datos de un informe de Sustainable America recogido por Siempre Auto y El País que concluye que si vas a estar más de diez segundos con el motor al ralentí (en punto muerto y sin acelerar), merece la pena desconectarlo.

También sostiene que el gasto extra que supone arrancarlo se compensará con el ahorro por haberlo tenido apagado. Y asegura (en referencia a Estados Unidos) que cada conductor pasa al día 16 minutos al ralentí, por lo que apagar el motor supone un ahorro de entre 121 y 242 litros de combustible al año.