EL EV9 es el nuevo estandarte de Kia, su buque insignia. Lo es por tamaño y también por su decidido posicionamiento tecnológico en favor de la plena electrificación. Esa condición de automóvil a pilas, sumada a su corpulencia, su refinamiento y su precio, restringen el radio de acción comercial; a cambio, el imponente SUV adquiere cierta exclusividad y justifica una hipotética consideración premium. El EV9 desata 385 caballos y promete cubrir hasta 505 km sin parar. Kia lo propone con un único y espléndido acabado, en configuraciones de siete plazas (85.100 euros) y con seis butacas (86.200 euros).

Este gran eléctrico toma tierra para liderar el repertorio de Kia y poner rumbo a una categoría en la que nadie esperaba a la firma. Situada en tierra de nadie, a caballo entre las gamas media y alta, la propuesta del EV9 encuentra pocos rivales, por no decir ninguno. Los productos SUV de parecida eslora con impulsión eléctrica a los que podría equipararse pertenecen al estamento más selecto del mercado; en algún caso eso comporta un mayor refinamiento, y en todos los demás reputación y tarifas bastante superiores. El precio, considerablemente inferior, y la disponibilidad de hasta siete plazas marcan diferencias a favor del nuevo entrometido.

En cualquier caso, Kia no pretende jugar en esa liga de campeones, sino aportar una solución seductora y cabal a clientela exigente y con criterio propio. Propone el EV9 a personas que valoran más sus propias convicciones que la opinión del prójimo, y que buscan un cuidado y completo SUV sin emisiones para viajar en familia.

El nuevo líder del elenco surcoreano destaca por su porte majestuoso y por su depurado estilo. Kia apuesta por un diseño sencillo y armonioso, marcado por líneas rectas, para un fornido envoltorio de generosa hechura. El EV9 precisa 5,01 metros para aparcar, ocupa 1,98 si lo hace en batería, y alza su techo hasta 1,78 m. Esas proporciones permiten asentar una amplia cabina sobre los 3,1 metros que separan los ejes.

El habitáculo, ambientado con fino minimalismo y confeccionado con minuciosidad, puede adoptar dos configuraciones, ambas con tres líneas de asientos: una con seis plazas y otra con capacidad para siete pasajeros. A plena ocupación, el hueco de almacenamiento brinda 333 litros; al replegar los dos asientos de la última fila, ese volumen para equipaje aumenta a 828 litros.

La contundente impresión inicial provocada por los rasgos algo cuadriculados del EV9 se diluye al contemplarlo en vivo. De cerca, resulta bastante menos intimidador que al aproximarse en el retrovisor. De hecho, su corpulencia es compatible con un coeficiente aerodinámico (CX de 0,28) comedido.

Las connotaciones del diseño externo vuelven a aflorar a bordo. En cabina se respira una atmósfera sencilla y acogedora, consecuencia de una concepción igualmente minimalista y de una puesta en escena esmerada que huye de los excesos.

El mejor de los Kia presenta un puesto de mandos muy tecnológico, delimitado por una contundente pero práctica consola central, y por un panel de mandos panorámico. Lo integra una hilera horizontal con tres pantallas consecutivas. La primera tiene 12,3 pulgadas y hace las veces de cuadro de instrumentos; la intermedia, más pequeña (5”) y parcialmente tapada por el volante, controla la climatización; la derecha, en el centro del salpicadero, se ocupa del sistema multimedia. Además, el EV9 ofrece la opción de instalar en las contrapuertas delanteras unas pantallas adicionales que suplen a los retrovisores al recoger las imágenes servidas por las cámaras traseras.

Kia pertrecha a su modelo más ambicioso y avanzado con un solvente sistema de impulsión eléctrica. El EV9 vincula dos motores (141 kW), uno por eje, con una batería de 99,8 kWh. La asociación consigue distribuir una potencia conjunta de 385 CV entre las cuatro ruedas y acreditar una autonomía ideal de 505 km. Es un rendimiento considerable, incluso para un vehículo de su tamaño y peso (2,3 toneladas). Su capacidad para acelerar de 0 a 100 km/h en 5,3 segundos propicia alcanzar rápidamente la velocidad punta de 200 km/h. Como en cualquier eléctrico, comprobar con asiduidad esa agilidad impide llegar demasiado lejos.

Las sensaciones al volante no defraudan. Una vez asimiladas sus dimensiones, el EV9 se maneja con soltura y docilidad en cualquier escenario. Aunque su hábitat natural son las vías rápidas, sorprende por su notable desenvoltura entre calles, así como por su eficaz mezcla de aplomo y confort en tramos de carretera virada.

El modelo monta un sistema eléctrico de 800 V y puede reabastecer su batería en cargadores de alto rendimiento. Así es capaz de reponer el 80% del contenido en menos de media hora de conexión. Se trata de un sistema bidireccional semejante al del EV6, que también es capaz de actuar como generador para otros dispositivos y, en un futuro, podrá devolver excedentes de energía a la red doméstica.