KIA escala hasta la segunda posición provisional del mercado. No hay una única clave para ese éxito, pero sí una conjunción de factores que lo propician y explican. Casi todos guardan relación con el acierto de la marca a la hora de cumplir las expectativas de la clientela en aspectos tan decisivos como el diseño, la relación calidad-precio, la fiabilidad y la innovación tecnológica. En esta última faceta, la casa surcoreana destaca por una firme apuesta por democratizar la electrificación, haciéndola sencilla y accesible. Es una decisión acertada, a juzgar por el dato de que más o menos la mitad de la clientela de Kia se decanta por modelos dotados de algún tipo de electrificación. El repertorio actual, que aglutina ya docena y media de propuestas con impulsión parcial o totalmente eléctrica, está a punto de sumar una más con el estreno a final de este mes del EV9, auténtico buque insignia a pilas.

El constructor asiático con alma europea –el 52% de sus productos están diseñados y ensamblados en el Viejo Continente– fue pionero en afrontar la transición energética. Emprendió esa migración del octano al kilovatio a comienzos de la década anterior. Además, lo hizo sin renunciar del todo a las versiones puramente térmicas, que aún mantiene en catálogo, pero mostrando la voluntad y el rumbo para sustituirlas a medio y largo plazo por soluciones limpias. Desde 2012 acumula 134.800 entregas de unidades electrificadas en el mercado español, lo que lo convierte en el segundo fabricante más prolífico en ese ámbito.

El incremento en la demanda de esta tecnología, disponible hoy en cuatro variantes –100% eléctrica e hibridaciones ligera MHEV, convencional HEV, enchufable PHEV–, se ha intensificado en los últimos años. Contribuye a ello el desarrollo tecnológico de las baterías, paulatinamente más capaces y eficientes. También la incorporación de soluciones mixtas sencillas y asequibles como la microhibridación, que ha venido a sustituir a propulsores meramente térmicos equiparables. Para 2027 Kia prevé extender su gama exclusivamente eléctrica, que contará con 15 referencias a la venta.

Si persiste la tendencia actual, es decir, si sigue contando con el favor del público, Kia puede firmar el mejor ejercicio de su historia. Para eso bastaría con sostener en el cuarto trimestre la tónica de crecimiento del año. En tal caso, las cincuenta mil unidades acumuladas hasta septiembre se podrían convertir en casi setenta mil, superando así el récord de 2018 (67.792).

Al poner la lupa en el mercado vasco se percibe que Kia crece casi un 7% en 2023. Suma algo más de 1.200 unidades, volumen que permite discutir a Renault la cuarta posición. Los concesionarios de la marca asiática en Bizkaia atraen a cerca de setecientos de esos clientes este año. Son mayoritariamente particulares, a los que la demanda de empresas añade otro 10% de pedidos. Dos de cada tres operaciones tienen como protagonista aquí un modelo electrificado. El 55% de los mismos son híbridos HEV no enchufables, otro 10% corresponde a PHEV recargables en la red y un 3,5% (una veintena de ejemplares) son exclusivamente eléctricos. El modelo predilecto del público es el Sportage, que cautiva y convence a una de cada dos personas.