EL 500e se ha convertido en el nuevo paradigma de la movilidad urbana sostenible. La moderna variante a batería pone en limpio la desenvoltura del icónico utilitario italiano, ganando adeptos entre quienes buscan un turismo manejable para moverse con estilo y desparpajo, bien sea entre calles o en recorridos de corta y media distancia.

El diseño de un automóvil persigue siempre compatibilizar utilidad y belleza. Cuando este objetivo se alcanza plenamente suele venir acompañado de una cierta atemporalidad. Algo así sucede con el moderno ‘cinquecento’, heredero del pionero homónimo que a mediados del siglo XX puso sobre ruedas a la entonces incipiente clase media italiana. El modelo actual, curtido tras una prolongada vida comercial -salió a la venta en 2008- conserva, sin embargo, la frescura de un recién llegado. A ello contribuye en buena medida la incorporación de las nuevas variantes con impulsión eléctrica, encargadas de rejuvenecer la imagen y de poner trampolín a sus ventas.

La nueva derivada eléctrica consigue que el pequeño y simpático automóvil sintonice con su época, caracterizada por la descarbonización y el respeto medioambiental. Fiat satisface esas prioridades por medio de la propuesta 500e, animada por una motorización exenta de emisiones. La oferta en dos niveles de rendimiento, 70 y 87 kW, equivalentes a 94 y 117 CV, energía que se remite a las ruedas delanteras por medio de una transmisión automática.

Además de la potencia del motor, lo que distingue a ambas versiones del 500e es la batería empleada. La más solvente utiliza un acumulador de mayor tamaño, peso y capacidad. Este último factor resulta determinante. Sus 37,3 kWh reales deparan una autonomía oficial de hasta 330 km, que puede aumentar hasta 468 realizando recorridos urbanos a velocidad moderadas. Por su parte, la variante del 500e con 70 kW instala una batería de 21,3 kWh netos y se conforma con un alcance de 190 km, extensible hasta 256 en ciudad.

La pila de 23,7 kWh admite cargas de corriente continua a un máximo de 50 kW, en tanto que la de 42 kWh acepta hasta 85 kW. Al emplear una instalación de corriente alterna tolera una potencia máxima de 11 kW. La operación de reabastecimiento se prolonga bastante más cuando se opta por enchufar el coche a una toma doméstica convencional de 2,3 kW.

El precio oficial del Fiat 500e, sin computar subvenciones, pero sí financiación con la operadora de la propia marca, arranca en 26.400 euros en el caso de la versión más comedida. La alternativa de mayor potencia y alcance sube hasta 30.700 euros en las mismas condiciones.

Decantarse por una u otra combinación de motor y batería requiere definir previamente el destino que se reserva al coche. Entre una y otra variante hay claras diferencias de prestaciones y alcance. También de precio.

En un uso cotidiano, con más calle que carretera, la interpretación más potente encuentra pocas oportunidades de demostrar su vitalidad, de manera que su ventaja en prestaciones se difumina bastante. En tales circunstancias, la posibilidad de rellenar asiduamente la batería cobra más importancia que disfrutar de una respuesta más alegre al acelerador. La disponibilidad de un punto de recarga que garantice la movilidad resulta, a fin de cuentas, más determinante que ese plus de potencia no siempre necesario.

La gama del Fiat 500e propone tres tipos de carrocería: hatchback, cabrio y 3+1. Se estructura en tres definiciones de producto denominadas Nuevo 500, (RED) y la Serie Especial ‘La Prima by Bocelli’. Cada una plantea un bagaje de recursos de tecnología, conectividad y seguridad. La versión 100% eléctrica sugiere, además, cuatro paquetes de equipamiento complementarios (Style, Tech, Comfort y La Prima) que, por pequeños sobreprecios sucesivos, completan las dotaciones de serie con elementos funcionales y ayudas a la conducción.

Silueta de la variante convertible, con techo de lona.

La interpretación más ambiciosa y costosa del icónico modelo es la que surge de la colaboración entre Fiat y el cantante lírico Andrea Bocelli. Este eléctrico “La Prima by Bocelli” constituye el acabado superior de la gama, tanto por la calidad de su puesta en escena como por la abundancia de sus dotaciones. Equipa funciones de asistencia a la conducción como la ayuda al estacionamiento con perspectiva perimetral, control de crucero adaptativo, cámara de visión trasera y detector de ángulo muerto. Completa su equipamiento de alta gama con asientos y salpicadero tapizados en cuero ecológico, techo de cristal (en la carrocería berlina) y faros Full LED. Incluye, asimismo, un equipo de audio JBL Premium con cuatro ambientaciones sonoras exclusivas: la íntima My Music Room, la My Record Studio llena de matices, la que recrea las condiciones de un auditorio de ópera y una más que reproduce un gran escenario al aire libre.