Todos los modelos Fiat disponen de al menos una versión electrificada. La oferta incluye variantes con impulsión 100% eléctrica y propuestas con sistema de hibridación ligera. La marca sugiere recreaciones a batería del 500 y el Doblò, a las que se irán sumando las del Ducato, el Scudo y el Ulysse. Además, plantea interpretaciones con motorización mixta, que incorporan un motor eléctrico de apoyo al térmico capaz de mover al vehículo en circunstancias concretas (al aparcar, por ejemplo), y que brindan una potencia adicional al motor de gasolina en situaciones puntuales de esfuerzo.

Esta tecnología Mild Hybrid (MHEV) beneficia al Fiat 500, que la ofrece en siluetas Hatchback y Cabrio. Comparten una cadena de tracción que desarrolla 70 CV, reclama un consumo mixto de 4,6 litros y genera unas emisiones de CO2 de 105 g/km. Esta misma motorización Hybrid se trasplanta a las versiones City y Cross del Panda, que consiguen un promedio de gasto de 4,9 litros y un flujo mínimo de dióxido de carbono de 115 g/km.

El 500X, la derivada crossover del ‘cinquecento’ adapta una derivada de este sistema de hibridación suave con 130 CV de rendimiento. La comparte con los Tipo Berlina y Station Wagon, que homologan un consumo medio de 5,1 litros y limitan sus emisiones de CO2 a 115 g/km.