El coche eléctrico ha llegado para quedarse. En el primer semestre de 2021, sus ventas han aumentado un 100% y se presentan como una alternativa al vehículo tradicional en un momento en el que el precio medio de los carburantes se sitúa en 1,8 euros (la gasolina está un 13% más cara que hace un año y el diésel, más de un 25%).
Si ya tienes un coche eléctrico o estás pensado en comprarlo, expertos de Cleverea te ofrecen algunos consejos para que puedas disfrutar al máximo de tu vehículo y ahorrar en la medida de lo posible:
1- Más fácil para circular y más barato para aparcar en ciudad. Las grandes ciudades están restringiendo la presencia de coches de gasolina y diésel, por lo que además estos vehículos tienen más trabas para circular y estacionar. Sin embargo, los que tienen etiqueta Cero Emisiones, en ciudades como Madrid o Barcelona, pueden aparcar gratis en distintas zonas de pago. Estos vehículos eléctricos también están exentos de las restricciones al tráfico en momentos de elevada contaminación.
2- Ayudas a la compra. El precio de los vehículos eléctricos es más elevado que el de los que se mueven con combustibles fósiles, pero actualmente existen ayudas para que los usuarios no tengan que renunciar a ellos por esta razón.
Hasta finales de 2023 está vigente el Plan Moves III por el que puedes obtener una ayuda de hasta 7.000 euros (si entregas un vehículo a cambio) o de 4.500 euros (si no llevas vehículo al desguace). El coste total no puede superar los 45.000 euros y el vehículo debe ser nuevo, de renting o de km 0, pero no de segunda mano.
Si prefieres un híbrido enchufable, la subvención será de 5.000 euros si entregas un vehículo con una antigüedad de siete años o más, o de 2.500 euros si no entregas nada.
También hay ayudas para cubrir los costes de instalación del punto de recarga en casa, que puede ser de hasta el 80% del total. También hay ayudas para las empresas que quieran electrificar su flota, así como para furgonetas, motocicletas y camiones ligeros.
3- Ventajas fiscales. Los vehículos que emiten menos de 120 gramos de CO2 por kilómetro están exentos del pago del impuesto de matriculación. En algunas ciudades, además, disfrutan de rebajas en el impuesto municipal de circulación.
4- Conducción silenciosa. Frente al ruido que emiten los vehículos movidos por combustibles fósiles, los eléctricos contribuyen a erradicar la contaminación acústica, ya que son prácticamente silenciosos.
5- Más capacidad de aceleración. Los vehículos que funcionan con baterías arrancan con más fuerza y consiguen alcanzar la velocidad deseada más rápidamente.
6- Ahorro en la recarga. Si tienes la suerte de poder cargar el coche en casa, infórmate acerca de las ayudas antes mencionadas para hacer la instalación. Si estás en el mercado regulado de la luz, el mejor consejo es que conozcas los horarios más baratos y los aproveches.
7- Planifica la ruta. Saber cuántos kilómetros hacemos a diario o a la semana nos ayudará a saber cuál es el mejor momento para recargar. Así, aprovecharemos mejor las horas baratas de luz o los puntos de recarga más económicos.
8- Aprovecha la recarga pública. En España hay unos 15.000 puntos de recarga públicos, algunos muy caros y otros más baratos o incluso gratuitos. Infórmate y aprovecha los más económicos ya que te supondrá un importante ahorro.
9- Tener en cuenta la autonomía. Es uno de los requisitos básicos a la hora de decantarse por un modelo u otro. Disponer de más kilómetros sin necesidad de recargar nos aportará más libertad. A mayor autonomía, más lejos podremos ir, más fácil será llegar a un punto de recarga más barato o más podremos apurar la batería para recargarla en el momento en el que nuestra tarifa de la luz sea más barata.
10- Menos contaminación. Prescindir de los carburantes se traduce en una conducción más limpia y respetuosa y con ella pondrás tu granito de arena para cuidar del medio ambiente.