El Campeonato del Mundo de MotoGP se ha transformado en el Campeonato de Cervera. Marc Márquez y Álex Márquez han convertido la máxima competición de motociclismo de velocidad en un duelo fraternal. Si en Tailandia hicieron historia por ser los primeros hermanos en terminar primero y segundo en una carrera de la categoría reina, en el Gran Premio de Argentina se repitió, de nuevo con Marc al frente y con Álex en segunda posición. Es decir, Marc permanece en plenitud: ha ganado todas las tandas relevantes de la temporada, ya son dos poles, dos triunfos al esprint y dos victorias en carrera dominical. En Termas de Río Hondo firmó su victoria 90 para igualar a Ángel Nieto como piloto estatal con más logros de la historia. “Esta victoria va dedicada a él y a toda su familia. Es un honor”, precisó Marc.
Es además el primer piloto en sellar la pole, la vuelta rápida y la victoria en las dos primeras carreras del año desde que lo lograra Mick Doohan en 1995. Asimismo, superó al australiano en grandes premios en los que ha conseguido la pole, la vuelta rápida y la victoria, con 28. Valentino Rossi, por ejemplo, se quedó en 24.
El único capaz de debatir con Marc es por el momento su hermano, Álex, el único que le ha privado de liderar todas las vueltas de las dos primeras citas del calendario. “Mi intención es llevar el peso de la carrera”, anticipó Marc, que se disparó como una bala para ponerse al frente desde el primer suspiro. La carrera fue una especie de calco a la de Tailandia. Entonces Marc tuvo que ceder la primera plaza para calentar la goma delantera y elevar la presión de la rueda para evitar ser sancionado por niveles ilegales, para finalmente atacar y adjudicarse la victoria. Esta vez cedió la cabeza pero por un error en la cuarta vuelta, pero se resolvió del mismo modo. Marc se coló en la curva 1 y Álex, el único que había sostenido el pulso de los compases inaugurales, aprovechó la brecha. “Cuando se ha ido largo he dicho: ‘voy a liderar, tengo ritmo’”, comentó el menor de los Márquez.
Los hermanos se fueron repartiendo estacazos a ritmo de vuelta rápida, tensando la cuerda, invitando al riesgo. Marc tuvo un susto. Patinó y cedió medio segundo. “Tenía problemas con el neumático trasero y me dije: ‘bueno, un segundo puesto no está mal’. Pero luego he podido mejorar”, confesó Marc, que apretó los dientes para recuperar el terreno perdido.
Detrás, Francesco Bagnaia alternaba posiciones con Johann Zarco primero y con Franco Morbidelli después, hasta que Pecco quedó anclado a la cuarta posición, de nuevo con sensaciones de escasez. Morbidelli, el único que montó un neumático trasero blando en lugar de medio junto a su compañero Fabio Di Giannantonio, sacó provecho en la primera mitad de la prueba para garantizarse el tercer puesto. Incluso llegó a reducir la desventaja con los Márquez hasta el medio segundo. Pero no pudo aumentar su amenaza. “Cuando estaba en cabeza trataba de controlar la distancia con el segundo grupo”, declaró Álex, que incrementó el ritmo cuando vio aproximarse a Morbidelli.
En la vuelta 18 de las 25, Marc lanzó el ataque contra Álex. Ganó el interior, pero entró demasiado rápido en la curva. Se coló. Álex recuperó la cabeza. De nuevo Marc cedía medio segundo y de inmediato buscó remediarlo. Sin temor a la caída. Derrapando. A bandazos. Al límite. “He apretado, he empujado. Sudando, sudando, más que en Tailandia. Esta vez no ha estado todo controlado. El plan era liderar toda la carrera”, confesó en DAZN. Paradójicamente, corría por una victoria que le privaría a su hermano de sumar la primera.
El ataque definitivo
A cinco vueltas del final, Marc aprovechó el rebufo en la recta de meta para doblegar con toda la limpieza posible a Álex, que no tuvo opción de contrarrestar la maniobra. Marc cazó el liderato y en esa primera vuelta rodó seis décimas más rápido. La carrera estaba decidida.
“Marc controla esa border line que marca el límite antes de una caída y es donde tengo que mejorar y es donde Marc va muy rápido”, analizó Álex, quien también recibió los elogios de su hermano: “Estoy superimpresionado con el nivelazo que ha demostrado en estas dos carreras”. Y es que ambos han regresado a la infancia, a las calles de Cervera, donde corrían por ser el más rápido de la casa. Ahora han sido capaces de trasladar esos piques a MotoGP, que parece el Campeonato de Cervera.