El Gran Premio de Catar que da inicio este fin de semana al Campeonato del Mundo de MotoGP solo será el comienzo, pero también resolverá muchas preguntas acerca de lo que deparará 2024. La principal de todas ellas, la predominante, la que está en boca de los amantes del motociclismo es: ¿Marc Márquez será capaz de proclamarse campeón del mundo? La salida de Honda para subirse a lomos de la Ducati, aunque sea a una máquina anticuada e inmerso en un equipo satélite, ha acaparado la atención. Una situación similar a la que se dio cuando Valentino Rossi, amo y señor de los focos, se mudó de Honda a Yamaha allá por 2004 para seguir siendo campeón.

Cierto es que Márquez viaja por la vida arrastrando una grave lesión de húmero producida en 2020 que requirió de cuatro operaciones que quizá hayan mermado sus capacidades físicas. Eso está por verse. Además, el octocampeón –rey de MotoGP en seis de las once temporadas que ha disputado– no gana una carrera desde octubre de 2021 y su última corona data de 2019. Sin embargo, sigue fabricando expectativas. “Lo dije en la presentación del equipo (Gresini), la expectación está claro que es muy alta, pero yo en todo momento soy realista. Vengo de los años más difíciles de mi carrera deportiva donde yo tampoco he rendido al máximo nivel. Tengo que reencontrar otra vez esa confianza y los que hablan de arrasar, que se olviden. Habrá carreras que acabe el diez, el quinto... y habrá carreras que ojalá pueda luchar delante”, analiza Márquez, que tendrá la baza de contar con su hermano, Álex, como compañero de equipo, por lo que la información podría fluir de manera bidireccional y favorecer su proceso de adaptación a la máquina de Borgo Panigale. En cualquier caso, se descarta del debate por el título pese a su sorprendente irrupción en los primeros test con la Ducati: “Si ganas un Mundial sin cometer errores tienes que ser rápido. De momento, no puedo pensar en eso porque no soy suficientemente rápido para luchar por un Mundial”. De romper con sus pronósticos y ser campeón, el piloto de Cervera de 31 años sería el jerarca más veterano en la era de MotoGP, desbancando a Rossi y sus entonces 30.

El gran favorito, porque así lo atestigua su condición de doble campeón y una Ducati oficial que parece haber progresado con prestancia, es Francesco Bagnaia. ¿Podrá firmar el tercer título consecutivo en la categoría reina? Solo nueve pilotos lo han logrado. Por de pronto, se ha ganado una renovación de dos años más de contrato, hasta 2026, antes de echar a rodar. Pecco ha centrado sus esfuerzos durante los test de pretemporada en encontrar la puesta a punto, pero también ha tenido momentos de lucidez que le sitúan como rival a batir.

El piloto turinés de 27 años fue el más rápido de la pretemporada. En Catar lideró los dos días de entrenamiento estableciendo además un nuevo récord del circuito. En Malasia encabezó la tabla de tiempos después de tres jornadas de test, donde también coparon la clasificación Enea Bastianini y Jorge Martín. “Es el mejor paquete de hace años”, amenaza Bagnaia al referirse a la Ducati. “Este estado de forma llega después de juntar todo lo que no funcionó en 2023 y lo que funcionaba en 2022. Han hecho un mix perfecto”, proclama el italiano. Recordar que Ducati se impuso en todas las carreras dominicales de 2023 salvo en tres (Honda, KTM y Yamaha vencieron una cada marca) y en todas las citas al esprint excepto en otras tres (KMT ganó dos y Aprilia, una).

Precisamente el subcampeón, Jorge Martín, es otro de los grandes reclamos. Martinator aparece como el aspirante. El madrileño fue el único capaz de disputar el campeonato anterior a Bagnaia y solo un neumático defectuoso en la penúltima carrera descabalgó sus opciones. Este curso se espera que vuelva a estar disputando las victorias subido a la moto de referencia en la parrilla. ¿MotoGP volverá a estar dominado por las Ducati? “Sí, seguro”, afirma en una entrevista concedida a Red Bull, uno de sus patrocinadores. “Con ocho Ducati en pista y evolucionadas respecto al año anterior, creo que volverá a ser la marca dominante en MotoGP”, explica, aunque añade matices: “Puede que a principios de temporada las motos satélite vayan mejor y estén más preparadas que las oficiales, ya que Bagnaia y Bastianini deben probar un mayor número de piezas y trabajar más en la puesta a punto de sus Ducati; sin embargo, a medida que avanza la temporada, las motos oficiales acaban siendo superiores a las nuestras”. En este recorrido contará con Franco Morbidelli de compañero. Se espera que el subcampeón de 2020 dé un salto en la clasificación tras abandonar Yamaha.

Bastianini es otro piloto talentoso que al gozar de la montura más destacada de los últimos tiempos presentará sus oportunidades. El año pasado se fracturó un hombro, un tobillo y una muñeca. Este curso podría ejercer de redención.

La irrupción de Acosta

Pedro Acosta, vigente campeón de Moto2 y único debutante en la máxima cilindrada en 2024, ha cautivado por su rápida adaptación a la KTM, aunque prefiere mantener un perfil bajo y no se fija objetivos. “Podemos tener el mismo ritmo que los que están entre los cinco primeros, pero cuando montan un neumático nuevo, ¡puf!, son medio segundo más rápidos que yo. Es algo que sabes, que tienes que aceptar y en lo que tienes que mejorar”, comenta el Tiburón de Mazarrón.

De Aprilia y KTM cabría esperar una situación similar a la vivida el curso pasado, con actuaciones guadianescas. En Catar, Aleix Espargaró fue el primer piloto de la clasificación que no monta una Ducati: firmó dos terceras posiciones en los dos días de test. En cambio, en Malasia los primeros pilotos sin la máquina de Borgo Panigale fueron Acosta, segundo en la FP1; Brad Binder, tercero en la FP2; Aleix, quinto en la FP3.

Mientras, Yamaha y Honda no han despejado incógnitas sobre un posible salto de rendimiento. En Sepang, Honda firmó como resultados más destacados tres décimas posiciones en los tres días de entrenos, con Joan Mir –dos décimos– y Johann Zarco –un décimo–. Yamaha, por su parte, no accedió al Top 10. En Catar, Honda logró una novena plaza con Zarco y Yahama una décima con Fabio Quartararo. Es decir, clasificar entre los diez primeros será el primer reto para ambas fábricas. Luca Marini, que ocupa el asiento de Marc Márquez en la marca más laureada de la historia, describe el complicado momento de su moto: “La Honda te lleva a correr más riesgos, y acabas perdiendo medio segundo”. O cayéndote, como le sucedía a Marc, podría haber añadido... Por ahora, prevalece el corporativismo.

Quartararo y Álex Rins, quien debuta en Yamaha, admiten que el motor es más potente, pero la estabilidad requerida para alcanzar mayores velocidades en el paso por curva figura como tarea pendiente.

Este año volverá a tener especial relevancia la regularidad. De los 777 puntos que estarán en juego en las 21 carreras que componen el calendario, 525 se repartirán los domingos y 252 los sábados; es decir el 32,4% de los puntos se otorgarán en las pruebas al esprint. Cabe recordar que Bagnaia se coronó el año pasado con siete triunfos dominicales y cuatro sabatinos, y un total de 467 puntos.

En cuanto cifras generales de la edición número 75 del Campeonato del Mundo, MotoGP albergará a 22 pilotos de los cuales 13 son campeones mundiales, uno menos que el récord que se estableció en 2022. Entre ellos suman 26 títulos, dos más que el año pasado, aunque el récord data de 2018 y es de 32. De los 22 participantes, 16 saben los que es ganar en MotoGP, tres más que el año pasado, y entre todos alcanzan 136 victorias, una veintena más que en 2023.