“Deberían volver las seis o siete décimas que había antes entre las motos satélites y las motos de fábrica”, expresó hace unas semanas el vigente campeón de MotoGP, Francesco Bagnaia, haciendo referencia al riesgo que se viene asumiendo en la parrilla con tantas máquinas optando a cada punto, a cada podio, a cada victoria, porque la igualdad es una tónica imperante en la actualidad de la categoría reina, concretamente si se rueda a lomos de una Ducati.

Hablaba el italiano desde su postura privilegiada, desde su condición de piloto oficial de Ducati. Resulta que sus máximos rivales en la lucha por el título son compañeros de la marca italiana, pero con máquinas satélites que demuestran la exitosa política de la firma italiana, que pone ocho motos en pista todas ellas con opciones reales de ganar carreras, porque no hay distinción mecánica entre el equipo oficial y los equipos clientes. La estrategia de recopilación de datos con diferentes estilos de pilotaje y la incesante innovación han permitido crear una moto dominante, como se pudo ver en el Gran Premio de Alemania, una nueva prueba del estado de la fábrica de Borgo Panigale, que no da coartada.

En la anterior carrera, celebrada en Italia, Ducati firmó su primer Top 4 completo de la historia. En Sachsenring, donde la marca italiana no ganaba desde hacía quince años con Casey Stoner, elevó el listón: rubricó la victoria con Jorge Martín, registró su primer Top 5 en la máxima cilindrada y sus ocho pilotos (Martín, Bagnaia, Zarco, Bezzecchi, Marini, Álex Márquez, Bastianini y Di Giannantonio) se alojaron en el Top 10; entre ellos se situaron como excepción Miller (sexto con la KTM) y Oliveira (décimo con la Aprilia). En resumen, Ducati rueda con mano de hierro por MotoGP. Como los hunos.

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Jorge Martín anheló el pasado invierno pilotar para la estructura oficial de Ducati y pese a que el elegido para acompañar a Bagnaia fue Bastianini, está haciendo méritos para dar un paso adelante. Hoy por hoy es el gran rival del campeón. El piloto madrileño se adjudicó el sábado el triunfo en la carrera al esprint y el domingo protagonizó una enconada y apasionante batalla con Bagnaia, a quien batió con maestría. Porque el piloto más rápido era probablemente Bagnaia, pero Martín supo combinar con precisión las fases ofensivas con las defensivas.

Jack Miller buscó detener a Bagnaia en los primeros metros y se alzó en cabeza, aunque solo unos instantes, porque el italiano recuperó la ventaja que le concedía la pole. En vista de lo que sucedió en Mugello, en el tercer giro Jorge Martín cazó la primera posición para no conceder margen de fuga a Bagnaia. El madrileño abrió más de medio segundo en apenas un giro, lo que daba a pensar que podría escaparse en solitario, como un martillo. 

Bagnaia, sin embargo, no claudicó. Pese a alejarse al menos a medio segundo durante casi media carrera, en la vuelta 15, el ecuador, recuperó la rueda de Martín. En el giro 21, el inflexible líder del campeonato regresó a la cabeza de carrera.

Pero de nuevo Martín volvió a la carga. En la vuelta 24, se aupó de nuevo al frente. Esta vez Bagnaia no cedió metros. Se instaló a rebufo como una prolongación de la moto de Martín. Entonces apareció la mejor versión de Martinator, ejerciendo una defensa numantina de la posición, minimizando espacios para no ser adelantado, hasta que en la penúltima vuelta, Bagnaia, desesperado, impactó con la moto de su rival. El madrileño aprovechó los metros que le dieron el error de Bagnaia y regresó a lo más alto del podio casi dos años después. Bagnaia, segundo, cedió puntos en el Mundial; estaba a 24 de Bezzecchi y ahora aparece a 16 de Martín.

Brad Binder, que rodaba tercero, sufrió una caída y abrió las puertas del podio a Johann Zarco. El francés logró por primera vez sellar tres podios consecutivos en MotoGP.

Marc Márquez, quinta caída y baja en la carrera

La primera Yamaha fue duodécima, con Franco Morbidelli, mientras que Fabio Quartararo terminó decimotercero, a 25 segundos de Martín. La única Honda en pista fue la pilotada por Takaaki Nakagami y acabó decimocuarta. Marc Márquez causó baja al fracturarse el dedo pulgar de la mano izquierda en una caída durante en el warm up, la quinta de todo el fin de semana. Álex Rins y Joan Mir volvieron a ausentarse, también lesionados. 

Es decir, KTM se quedó a 11 segundos de Martín; Aprilia finalizó a 19; Yamaha llegó a 25 y Honda, a otros 25. El imperio de Ducati sigue extendiendo fronteras. Lo bueno para el espectáculo es que hay ocho máquinas Ducati y que las satélites son igual de competitivas que las oficiales, como dio fe Martinator.