La Regla de los tercios o cómo combinar tu ropa para verte más favorecida

Te sitúas frente al armario, eliges la ropa que te vas a poner y al mirarte al espejo algo no te cuadra. Aunque te gustan las prendas, su tejido, diseño y color, al ver el look completo sientes que algo falla. No sabes por qué, pero no te ves bien.

Identificar la causa te ayudará a resolver el problema y tal vez sin saberlo este tenga que ver con las proporciones y la longitud de las prendas. Como bien decía la diseñadora francesa Coco Chanel, "la moda es como la arquitectura: se trata de una cuestión de proporciones".

Para resolver esta cuestión hay un truco de estilo que se conoce como La Regla de los tercios. Está vigente desde la época de los griegos y defiende, a groso modo, que cualquier figura resulta más agradable al ojo humano si se divide en tercios en lugar de en mitades.

Según este principio de estilo, el cuerpo se divide en tres partes: de los hombros al ombligo, del ombligo a las rodillas y de las rodillas a los pies. Esto nos debe servir de guía para entender hasta dónde debe llegar una prenda para conseguir esa proporcionalidad.

Distintas opciones

Al vestir en proporciones desiguales, bien en tercios, en proporción 1/3-2/3 (un tercio para la parte superior y dos para la inferior) o 2/3-1/3 (dos tercios para la parte superior y uno para la inferior), la silueta se va a alargar ópticamente y vamos a conseguir una imagen más atractiva. 

Por el contrario, dividir con la ropa el cuerpo en dos mitades, una superior y otra inferior, resulta muy poco favorecedor. Si la largura de la prenda superior llega hasta la cadera, el cuerpo quedará dividido en dos y la vista irá a parar inevitablemente a esa zona, la más conflictiva de la figura femenina sobre todo en algunas mujeres a partir de una cierta edad. 

Aplicar la Regla de los tercios hará que tu silueta se vea más armónica y esbelta, resaltará tus proporciones y la forma natural de tu cuerpo y potenciará al máximo tus curvas y tu lado más femenino. 

Una blusa por dentro de una falda corta dejando a la vista las piernas sería un ejemplo de la regla de los tercios, correspondiéndose cada una de las partes con un tercio.

Un top o una chaqueta cropped resultarán más favorecedores si cubren solo el tercio superior del cuerpo. Puedes acompañarlos con un pantalón de cintura alta que, además de alargar visualmente las piernas, cumplirá con la división de 1/3-2/3. Un cinturón también te puede ayudar a lograr ese efecto en el caso de un vestido ligero, una camisa holgada o una falda larga. 

Por su parte, una túnica con un pantalón entallado y un buen tacón es la opción inversa pero igual de válida, ya que cumplirá con la proporción 2/3-1/3, la cual aportará esbeltez a la figura y armonía al conjunto. 

Ya lo ves, en moda la proporción debe ser tu gran aliada. Vístete, mírate al espejo y comprueba que el resultado final destila esa imagen con la que te sientes identificada y que te hace sentir a gusto contigo misma.