Markel Román, uno de los empleados del gimnasio de Miribilla en el que se ha repartido parte del tercer premio del sorteo de la Lotería de Navidad, está feliz con haberse llevado unos millones.
“Es mi primer año trabajando aquí y en verano pensé en dejarlo. Imagínate que alegría no haberlo hecho”, ha dicho. Markel ha dicho que el dinero lo destinará para "arreglar la cocina y a comprar un coche”.