ARCADI Espada tiene acreditada su condición de tipejo desde hace muchas lunas. Pero no pierde oportunidad para exhibirla. La penúltima ha sido el pasado martes, cuando, con la excusa del estreno de la película sobre su dura experiencia, se refirió de este modo miserable a Maixabel Lasa en su vomitona de bilis en El Mundo: “La viuda ya come el pan que amasan las manos del jefe del comando, que no se las mutiló después de disparar y gracias a eso es panadero. Y cuando le piden dónde comer bien, la viuda no duda en recomendar el restaurante donde mataron al político socialista”. No satisfecho con la barbaridad, remató: “La viuda Jáuregui lleva dos décadas dejándose perdonar por sus asesinos. Lo último es el pan como una hostia”. Patán.