Kohei Uchimura, campeón olímpico de gimnasia en 2012 y 2016, se cayó de la barra, el único aparato que va a disputar en los Juegos de Tokio, y su nota de 13,866 no le dará para entrar en la final.

Este accidente, sufrido en los Juegos que se disputan en su país, llegó en el momento más inoportuno para rey Kohei, pero no emborrona ni un poco su excepcional carrera, la del mejor gimnasta que ha habido en la historia.

A sus 32 años, Uchimura renunció a tomar parte en la competición por equipos al considerarse mayor para hacer un buen papel. Quería centrarse así en luchar por una medalla en la barra, donde deseaba firmar "el ejercicio perfecto". No fue posible.

Con una rutina de dificultad 6,600, la más alta presentada hasta el momento en los Juegos, el seis veces campeón mundial empezó su ejercicio de forma espectacular, con tres sueltas de altísimo riesgo que ejecutó con seguridad.

Sin embargo, al final del programa, en un desplazamiento sobre la barra con doble giro se le soltó una mano y cayó al suelo.

Tardó unos segundos interminables en enderezarse y volver a la barra, donde completó el mismo movimiento, esta vez sin problemas. Acabó con una salida perfecta. Un solo error le costó la final.

El día 21, en un entrenamiento, se cayó en el mismo momento. "Me estaba resultando tan cómodo que me relajé", manifestó.

Cuando el gimnasta salió de escena quedaban todavía más de la mitad de participantes en pasar por la barra, pero él ya ocupaba el puesto decimocuarto en la clasificación de ese aparato y solo ocho pasarán a la final.

Esta actuación puede poner punto final a la carrera de Uchimura, si bien él nunca ha afirmado que estos Juegos fueran su despedida.

Los de Tokio son los cuartos para el japonés, que en Río, además de revalidad el título olímpico en una final apasionante contra el ucraniano Oleg Verniaiev -todo se decidió precisamente en la barra-, logró el oro por equipos que se le resistía.