a natación es una de las modalidades de los Juegos Olímpicos que más atrae la atención de los telespectadores en cada uno de estos grandes eventos que se celebran en alguno de los países del mundo, el último ha sido el pasado verano en Tokio. En este gran evento además de la natación el atletismo, y su modalidad de 100 metros, es la que más llama la atención, y esto mismo sucede en el deporte acuático en su prueba homónima. Puede que sea la sensación de ver cómo los atletas se ponen al límite para batir sus propios récords personales primeros y los mundiales después o el simple hecho de ver cómo los nadadores, tanto en chicos como en chicas, son capaces de deslizar sus cuerpos sobre el agua a la velocidad de la luz.

Sea lo que sea está claro que esta modalidad triunfa y llama la atención y lo hace en su prueba de 100 metros estilos libres, de la que hablaremos a continuación más en profundidad, como de la prueba 4X100, que no deja de ser la misma con la única salvedad que en la primera participa tan solo un deportista y en la segunda lo hacen cuatro, con lo que eso conlleva. ¿Por qué? Por el simple hecho de que en la individual el nadador o la nadadora compite consigo mismo y tiene el control total de lo que pasa. Si le sale mal, si le sale como esperaba o si se tiene que regular en un punto u otro es el propia deportista quien decide qué hacer, mientras que en el 4X100 está un factor incontrolable, que es el estado de los demás compañeros.

crol, braza, mariposa y espalda

La natación es el movimiento y el desplazamiento a través del agua mediante el uso de las extremidades corporales y por lo general sin utilizar ningún instrumento o apoyo para avanzar. Para realizar este deporte existen varios estilos como el crol, la braza, la mariposa o nadar de espalda. El primero es un estilo donde los brazos del nadador se mueve en el aire con la palma hacia abajo dispuesta a entrar en el agua y el codo relajado, mientras el otro brazo avanza bajo del agua. Las piernas se mueven de acuerdo a lo que en los últimos años ha evolucionado como patada oscilante, un movimiento alternativo de las caderas arriba y abajo con las piernas relajadas, los pies hacia adentro y los dedos en punta. Por cada ciclo completo de brazos tienen lugar de dos a ocho patadas oscilantes. En estilo la respiración es muy importante y cada cual tiene su estrategia.

La braza es un estilo donde el nadador flota boca abajo y ejecuta la siguiente secuencia de movimientos horizontales: con los brazos apuntando al frente y las palmas vueltas, se abren los brazos hacia atrás hasta quedar en línea con los hombros, siempre debajo de la superficie del agua, y luego se recogen por debajo del pecho para después moverlos hacia adelante. Tras esto se vuelve a empezar con el movimiento de manera continuada y siempre con brazadas laterales. Por otro lado, la mariposa es un estilo que viene de la braza y consiste en llevar juntos los brazos al frente por encima del agua y luego hacia atrás y los costados simultáneamente, en un movimiento de brazos continuo.

Por último, el estilo de espalda es la variante invertida del crol. Se hace lo mismo pero con la espalda encima del agua, la cabeza mirando al techo y haciendo lo mismo que en crol pero al revés. Tiene mucha importancia la brazada, respirar bien y la patada que se realiza.

100 metros libres y sus récords

Hablar de la prueba de los 100 metros estilo libre es hablar de la prueba más vista en cualquiera de los Juegos Olímpicos celebrados en la historia, solo comparable con la prueba de los 100 metros en atletismo. Que sea estilo libre significa que los nadadores pueden usar cualquiera de los estilos antes mencionados para hacer esta prueba pero generalmente la que se utiliza siempre es la de crol, aunque existe una prueba determinada para cada una de los estilos que existen. Para esto, en caso de que queramos practicarlo, tendremos que tener en cuenta que la cadera todo el tiempo debe estar sobre la superficie, hay que mirar la línea del suelo, los pies han de estar alineados, hay que aprender a coger el agua y lanzarla hacia atrás, saber sacar la mayor eficacia a cada brazada y hay que coordinar los pies con cada una de las brazadas.

La primera vez que esta modalidad estuvo en unos Juegos Olímpicos fue en Atenas 1896 y en aquel entonces el nadador húngaro Alfred Hajós hizo un tiempo de 1 minuto 22 segundos. El primer nadador en bajar el minuto fue el austriaco Johnny Weissmuller en 1922 y la australiana Dawn Fraser ganó la prueba olímpica en tres ocasiones, convirtiéndose en la primera mujer en ganarlo en más de una vez. En las últimas Olimpiadas celebradas en Tokio el estadounidense Caeeleb Dressel paró el cronómetro en 47,02 segundos y la australiana Emma Mckeon hizo lo propio con un tiempo de 51,96 segundos.

kyle chalmers, récord mundial

Tras la gran exhibición este verano del nadador estadounidense Dressel no se esperaba que a finales de octubre de este año alguien logrará establecer un nuevo récord mundial en los 100 metros estilo libre. La proeza la consiguió el nadador australiano Kyle Chalmers que consiguió para el cronómetro en los 44,84 segundos en piscina de 25 metros gracias, un registro establecido en la Copa del Mundo de la FINA que se celebró en Kazán (Rusia).

A sus 23 años logró la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río en 2016 y la de plata en las Olimpiadas de Tokio 2020. El nadador australiano el pasado verano logró parar el crono en los 47,02 segundos, mientras que tres meses después ha conseguido mejorar su marca en 2,18 segundos, una locura.