Tener miedo no es siempre algo negativo. Es una herramienta que nos protege de los peligros. Pero no siempre es así. El psicólogo Rafael Santandreu (Barcelona, 8 de diciembre de 1969) recuerda, al fin y al cabo, que esta herramienta “fácilmente puede desconfigurarse, y entonces es como una alarma de coche que de repente suena a cualquier hora y a un volumen tremendo”, aunque ya adelanta que se puede volver a configurar, pero para ello hay que realizar una “terapia de exposición, y la buena noticia es que se puede hacer”. 

Pero, ¿qué hace que esa alarma se desconfigure, que a veces haga tanto ruido que nos paralice? Para Santandreu, la razón fundamental es “la mala suerte. Porque el problema es cogerle miedo a algo interno, y eso es muy normal”. Ahí pone de ejemplo que algún familiar fallezca de un ataque al corazón frente a uno, e inconscientemente surja en su interior el temor a que el corazón vaya más deprisa. “Ese miedo a algo interno tiene retroalimentación. Entonces yo pienso o imagino que igual va un poco más deprisa, y entonces me pongo más nervioso, y eso hace que vaya más deprisa. Y en segundos puedo haber desarrollado un ataque de pánico”, reconoce. 

Además, recuerda que no hay que plantearse mucho el porqué, ya que explica que mucha gente se queda anclada en el porqué, en la búsqueda de motivos para justificar ese miedo, esa ansiedad, esa hipocondría, cuando “lo importante es cómo arreglarlo”. La sintomatología, al igual que los motivos, tampoco son genéricos. En cada caso pueden ser únicos, y por eso Santandreu recomienda acudir al médico para descartar que pueda deberse a cualquier otra patología o enfermedad física. “Una vez que el médico te ha descartado que es algo físico, ya sabes que es algo psicológico. Luego necesitarás una guía para salir de ahí”, recuerda. Y, ¿cuándo hay que pedir ayuda? “Siempre”, resume, tanto al médico, como al psicólogo, etc. hasta dar con una salida. Porque recuerda que es importante hablar, ya que de esta forma se multiplican las posibilidades de encontrar a alguien que haya pasado por un proceso similar y que de esta forma sea de ayuda. 

Rafael Santandreu es el autor del libro 'El método para vivir sin miedo'. Oskar González

Y es que, viendo que sigue existiendo un estigma social con respecto a la ansiedad, la hipocondría, los TOC, Santandreu valora especialmente en este libro que acaba de ver la luz, El método para vivir sin miedo en el que recoge testimonios de personas que han pasado por ese proceso, que estas personas se hayan ofrecido a contar sus testimonios. “Como las hermanas Zapata, o la futbolista Carla Bautista, porque si estas personas que son famosas lo han tenido y lo dicen, yo también puedo decirlo”. Y es que estos testimonios sirven de ayuda a más personas. “Una de las cosas hermosas de esta vida es ayudarnos los unos a los otros. Es un regalo maravilloso”, afirma.

En cuatro pasos

Y es que de los 20 testimonios que se recogen en el libro (más de un centenar también recogidos en YouTube por el propio Santandreu), sus protagonistas han aplicado lo que él denomina como los cuatro pasos. El primero de ellos hace referencia a la afrontación, y le siguen en este orden aceptar, flotar y dejar pasar el tiempo. Pero, mientras tanto, y para calmar los ataques de ansiedad, pánico o acallar a las voces que a veces resuenan recomienda seguir exactamente esos mismos pasos: afrontar, aceptar, flotar y dejar pasar el tiempo. “Es lo único que hay que hacer. Cuanto más lo hagas, más rápido van a desaparecer”, explica, aunque reconoce que en ese momento de bloqueo no es fácil. “Para vencer al miedo agudo debes llevar a cabo una campaña a medio plazo, a meses vista, todos los días y programada, y acumular determinación para hacerlo. Si no tienes esa determinación para superar un miedo, es mejor que ni lo intentes”, reconoce. 

Además, uno de los componentes que destaca Santandreu de la sociedad de hoy en día es que es “hiperexigente. La sociedad moderna día se guía por un lema que podríamos denominar Cuanto más mejor. Y eso es nocivo, porque lleva a una hiperexigencia”, recuerda este psicólogo. Esa es, reconoce, la principal razón por la que cada vez hay más trastornos emocionales. “Pero la buena noticia es que el dueño de tu mente eres tú”. 

La influencia del covid

Y, ¿qué influencia ha tenido la pandemia en todo esto? De la noche a la mañana el mundo entero se confinó y comenzó a enfrentarse a una enfermedad desconocida, con la incertidumbre que aquello suponía. “La pandemia ha provocado una multiplicación brutal de los problemas emocionales. Yo creo que han subido a más del doble, lo que nos indica que no estábamos muy bien en cuanto a fortaleza emocional”, reflexiona Santandreu, que recuerda que esa adversidad que ha sido la pandemia “no ha sido tan fuerte como para ponernos tan mal. La lección sería que conviene fortalecernos a nivel emocional, porque las adversidades llegarán, tanto personales como sociales”.

El miedo es un mecanismo de defensa que determinadas circunstancias pueden llevar a que se desajuste. Freepik

Y, cuando ya se está inmerso en ese proceso de superación, ¿qué papel juegan los medicamentos? ¿Hay que recurrir a ellos? Santandreu explica que, en su práctica, intentan que la persona lo supere sin medicación, “y si vemos que tiene muchas dificultades nos podemos ayudar de la medicación también porque rebaja la sintomatología, y entonces podemos trabajar mejor”. Sin embargo, recuerda que hay dos tipos de psicofármacos que se dan para estos casos en la actualidad; los antidepresivos y los ansiolíticos. “Los antidepresivos pueden ayudar, pero el problema son los tranquilizantes. Porque el tranquilizante es un arma de doble filo que por un lado tranquiliza, pero por otro transmite a tu mente que hay algo que temer, con lo que el miedo aumenta”, reflexiona. Por eso, explica que los tranquilizantes funcionan, pero hay que hacer un uso con precaución. “En cambio, los antidepresivos están bien”. Y es que de los testimonios que ha ido recogiendo en este libro (un total de veinte) y en su canal de YouTube (más de ciento cincuenta), explica que aproximadamente la mitad de esas personas lo han hecho sin fármacos, y la otra mitad con ellos. “No hay que sentirse mal por tomar unos fármacos y que sean una ayuda, pero nuestro consejo es que para curarte de una manera definitiva y a un nivel más profundo, hay que acompañarlo con terapia siempre”.

Al detalle

La ansiedad, según explica el grupo de Educación en Salud para la Ciudadanía de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), es un mecanismo adaptativo natural que nos permite ponernos alerta ante sucesos comprometidos. En realidad, “un cierto grado de ansiedad proporciona un componente adecuado de precaución en situaciones especialmente peligrosas. Una ansiedad moderada puede ayudarnos a mantenernos concentrados y afrontar los retos que tenemos por delante”.

El TOC, por su parte, es un trastorno de ansiedad, caracterizado por “pensamientos intrusivos, recurrentes y persistentes, que producen inquietud, aprensión, temor o preocupación, y conductas repetitivas denominadas compulsiones, dirigidas a reducir la ansiedad asociada”, recuerdan en ese sentido desde la SEMI.

Llega ‘El método para vivir sin miedo’

Rafael Santandreu (Barcelona, 8 de diciembre de 1969) llega a las librerías con su nuevo libro, El método para vivir sin miedo, en el que recoge una selección de los testimonios, los pasos que dieron sus protagonistas y las dificultades que encontraron en su camino de curación de la ansiedad, el trastorno obsesivocompulsivo (TOC) y la hipocondría. Se trata de jóvenes y mayores de todo tipo (médicos, empresarios, estudiantes…) que “tienen en común haber realizado el trabajo de desarrollo personal más potente que existe”, explican. Esta selección de historias, junto con su explicación del método y de cada caso en particular, “tiene una poderosa intención, convencerte de algo que todos repiten: Si yo pude hacerlo, tú también puedes”, reconoce su propio autor. Y es que recuerda que su éxito es algo que lograron ellos y solo ellos, “y así te lo explican en estas páginas y en los vídeos de YouTube asociados”, donde recopila decenas de relatos. “No hay trampa ni cartón en lo que hicieron para recuperarse. Solo mucho esfuerzo, un método muy claro y perseverancia a raudales. La salida está ahí, a tu alcance”, reconoce finalmente Santandreu.