Si hay algo que define a Euskal Herria, es la capacidad de su gente para convivir en una sociedad en la que confluyen diferentes culturas. Un ejemplo de carne y hueso es Sandy Ordinola Vargas. La joven nacida en Paita, Piura (Perú) el 27 de enero de 1997 estudió Administración de Empresas en la UPV/EHU y se dedica a pintar bolsas de tela a mano, que muestra en sus redes sociales: @euskorativos.

Desde que era pequeña en su país natal, a Ordinola siempre le han gustado mucho las manualidades. De hecho, en sus clases de arte le enseñaron a pintar en tela. “Cuando llegué a Euskadi, me di cuenta de que mucha gente usaba bolsas de tela, así que opté por combinar lo que aprendí en Perú y lo que os gusta aquí”, sonríe la joven creadora.

 Proceso creativo

Su proceso creativo de aprendizaje se remonta a su etapa en la escuela y en la ESO, donde aprendió a utilizar las pinturas en tela. Posteriormente, se instruyó a la hora de realizar las plantillas y el sellado de la pintura en la tela. En cuanto al tiempo que invierte en llevar a cabo cada creación, la joven declara que “depende del modelo”, ya que puede tardar “treinta minutos o varias horas”.

Por eso, cuando son diseños complejos, lo divide en varios días. Por otro lado, confiesa que los materiales son fáciles de conseguir, pues utiliza unas pinturas fabricadas en el Estado de muy buena calidad. Lo mismo le ocurre con las bolsas, pues tiene un buen proveedor.

La joven también realiza monederos en su proyecto de Euskorativos.

La joven también realiza monederos en su proyecto de Euskorativos. Cedida

Flores andinas y colibríes

 Si Sandy Ordinola tuviera que elegir la creación más peculiar que ha hecho, de la que más orgullosa se siente y que más le ha costado, se decantaría por un bolso en específico. Se lo hizo a una amiga suya, que ahora es su socia, y tardó una semana en hacerlo por los detalles. Está inspirado en el bordado de la cultura Huanca (Perú), donde se destacan las flores andinas y los colibríes.

Los colibríes y las flores andinas destacan en sus creaciones.

Los colibríes y las flores andinas destacan en sus creaciones. Cedida

Como anécdota, la joven nos cuenta que al participar en su primera feria en la plaza de Ondarroa, llevó una colección inspirada en su país. Pensó que las bolsas que tenían un poco más de dificultad en el diseño serían las primeras en venderse, pero no fue así. “Las primeras bolsas que se vendieron fueron las que tenían alguna frase o simplemente en las que ponía ‘Perú”, explica. Aparte de quedarse para ella como una anécdota curiosa, le ayudó a poder realizar la segunda colección, también inspirada en su país

La joven ha montado una asesoría para ayudar a personas migrantes. Cedida

Su propia tienda

 La joven artesana les aconseja a todas aquellas personas que quieran empezar a realizar este tipo de creaciones: “Hay que lanzarse y probar, porque en el camino te van surgiendo oportunidades”. Ella empezó con sus bolsas de tela mientras estudiaba en la universidad. Luego, montó su asesoría para personas migrantes junto con su socia y ahora está a punto de inaugurar una tienda de perfumería y cosmética. Allí, exhibirá sus creaciones, “ya en un ambiente a pie de calle”. Situada en Ondarroa, el nombre de la tienda es Lilíe.

Lilíe

La tienda de Sandy Ordinola está ubicada en la calle San Ignacio, número 6-bajo de Ondarroa. Dedicada a la belleza, las fragancias, la cosmética y el cuidado personal, su nombre es Lilíe. Entre sus productos, encontramos perfumes, velas aromáticas y de miel, mikados e inciensos naturales.

De ellos, destaca la colonia ancestral. Con base alcohólica y aceites esenciales, como lavanda, cítricos y clavo, es utilizada desde hace siglos en prácticas espirituales y de sanación.

“Todo llega a su tiempo”

Para Ordinola, es muy gratificante ver el avance, “pero todo llega a su tiempo”. De hecho, confiesa que su carrera universitaria le ha enseñado mucho y ha ido implementando este aprendizaje en su emprendimiento: desde el nombre Euskorativos hasta los colores, línea gráfica y costes, algo “esencial”. Incide también en que es muy importante tener asesoramiento con profesionales, en caso de no tener conocimiento sobre negocios, cómo funciona Hacienda, etc. 

“El hecho de poder vender mis bolsas en un local a pie de calle, y que el local sea una tienda mía, también es algo que no pensé que pasaría. Ha sido muy sacrificado, pero se ha vuelto realidad”, concluye la joven. 

Del lienzo en tela a una vitrina digital 

La pintora de bolsas de tela Sandy Ordinola cree definitivamente que las redes sociales han sido una vitrina para sus productos. Y es que a través de ellas, ha podido conseguir clientes y mostrar lo que hace.

Ordinola también pinta bolsas de merienda.

Ordinola también pinta bolsas de merienda. Cedida

Por eso y, si tuviera que vivir un día a día sin redes, considera que “sería complicado” lanzarse al 100%, ya que los gastos de alquiler, los servicios y etc no le permitirían ser rentable. Actualmente cuenta con más de 200 seguidores en su cuenta de Instagram. “Es un número muy bajo, pero me ha permitido seguir en pie. Cada colección que hago la hago con cariño y pensando en las necesidades que puedan surgir. Además de bolsas de tela, también hago monederos y bolsas de merienda para los pequeños. Todo es personalizado y no encontrarás la misma bolsa dos veces”, expresa la joven.