Jeff Bezos y Lauren Sánchez celebran este fin de semana su boda con una exclusiva ceremonia simbólica en la isla veneciana de San Giorgio Maggiore, acompañados de unos 250 invitados de alto perfil. El evento, que se extiende por tres días, ha reunido a celebridades como Kim Kardashian, Orlando Bloom, la reina Rania de Jordania, Bill Gates, Tom Brady e Ivanka Trump.
El simbólico “sí, quiero” tuvo lugar el viernes en la isla de San Giorgio, elegida por su aislamiento y facilidad para garantizar la seguridad. El enclave fue blindado con controles de acceso por tierra, agua y aire, vigilancia reforzada y sistemas anti-drones. Inicialmente, la boda se iba a celebrar en la Scuola Grande della Misericordia, pero fue trasladada tras las protestas surgidas en la ciudad por el evento.
Los asistentes llegaron en taxis acuáticos desde hoteles de lujo y fueron recibidos con obsequios personalizados, como colgantes, cristal de Murano, galletas venecianas y una libreta conmemorativa. Durante la ceremonia, Matteo Bocelli, hijo del tenor Andrea Bocelli, ofreció una actuación musical. Sánchez lució un vestido de Dolce & Gabbana y Bezos un esmoquin negro de Armani. También se presentó una tarta escultura del prestigioso pastelero Cédric Grolet.
Este sábado, los festejos concluyen con una gran fiesta en el Arsenale, sede habitual de la Bienal de Arte y Arquitectura. Está previsto un menú a base de especialidades del Véneto y un concierto privado con actuaciones de Lady Gaga y Elton John. Los medios locales no descartan una posible aparición sorpresa de Beyoncé.
Protestas
Mientras tanto, las protestas continúan. Varios colectivos ciudadanos, como "No Space for Bezos", han criticado el impacto del evento sobre la ciudad, especialmente por los efectos del blindaje en una Venecia ya sobrecargada. Esta madrugada, se han proyectado mensajes en contra del magnate en el campanario de San Marcos, y se han visto instalaciones satíricas con maniquíes cubiertos de billetes y cajas de Amazon convertidas en inodoros.
A las 17:00 horas de este sábado está prevista una manifestación bajo el lema “Sin Bezos no hay guerra”. Frente a las críticas, representantes locales han defendido la elección de San Giorgio por ser un enclave sin residentes, lo que ha permitido minimizar las molestias a la población.