Ser saludable es más que un objetivo, es un estilo de vida, e Inés Basterra lo sabe a la perfección. Aunque no sabía que su estilo era tan sano y que impulsaba la alimentación saludable combinado con su afición por el deporte, lo cierto es que desde pequeña le ha encantado todo lo relacionado con la alimentación y, sobre todo, con la nutrición sana. Por eso, desde niña le pedía a su aita y a su abuela que le dictaran sus recetas y ella las apuntaba en un cuaderno. Chipirones, patatas a la riojana..., todas las recetas le venían bien y siendo adulta decidió compartir sus tradiciones culinarias con el mundo. Lo que no se esperaba es que al otro lado miles y miles de personas conectarían con ella llegando a rozar el millón y medio de seguidores.
Inés Basterra es natural de Getxo. Su vida profesional ha estado siempre muy ligada al marketing y a la publicidad. Un verano de hace seis años, decidió quedarse en la casa de veraneo de sus aitas, en Cádiz, e intentar convertir lo que era su hobby en su profesión.
Todo lo que cocinaba con ella y con su aita lo dejaba grabado con su puño y letra en su bloc de notas, su cuaderno más personal, para no olvidarse de ningún detalle.
Así, comenzó a dedicarse de manera exclusiva a la cocina. “ Mi padre, como buen vasco, es un cocinero de txoko y de pro. Mi abuela era medio francesa y ellos me enseñaron el amor por la cocina. Mi primer recuerdo en la cocina es en Ereaga 15 (la casa de mi abuela) con mi abuela. Ella me ponía un montoncito de harina con agua junto a la suya, para amasar como hacía ella. Recuerdo que me dejaba probar todo y hasta untar la bechamel con la mano. Le adoraba, era puro amor”, recuerda.
Todo lo que cocinaba con ella y con su aita lo dejaba grabado con su puño y letra en su bloc de notas, su cuaderno más personal, para no olvidarse de ningún detalle. Y cuando este cuaderno estuvo bien lleno decidió no pensárselo más y echarse a la piscina para convertirse en creadora de contenidos de recetas saludables. “Abrí mi cuenta de Instagram con la ilusión de escribir mis recetas acompañadas de una fotografía. Enseguida me sorprendió ver que a otras personas les interesaba y gustaba lo que colgaba. Eso me motivó mucho y seguí subiendo recetas día a día. ¡Y hasta hoy!”.
Eeconoce que detrás de cada publicación hay muchas horas de esfuerzo , mimo y pasión, y que pese a lo corto de los vídeos en las redes, la dedicación que le ofrece es absoluta.
Crecimiento personal y profesional
Durante todo este tiempo no ha parado de crecer personal y profesionalmente y de seguir evolucionando tal como lo hacen las redes sociales. “Nunca me hubiera imaginado que pudiera ser posible que te siguiera tanta gente. La verdad es que si lo piensas impresiona”, dice orgullosa de la gran comunidad virtual que esta vasca ha logrado crear.
Eso sí, reconoce que detrás de cada publicación hay muchas horas de esfuerzo , mimo y pasión, y que pese a lo corto de los vídeos en las redes, la dedicación que le ofrece es absoluta: “La creación de contenido en redes se ha convertido en una profesión con todas sus letras. Tiene mucho trabajo y horas de dedicación, horas para crear y editar un solo vídeo. Y horas de creatividad pensando en ideas nuevas. También tiene una parte administrativa de facturas y papeleo que lleva su tiempo… La parte creativa la llevo yo por completo, el hacer los vídeos, editarlos etc. Para la parte administrativa, papeleo, negociación de campañas con las marcas etc., tengo un equipo que me ayuda”.