Estas son las razones por las que no debes tirar las hojas de esta fruta de temporada

La cocina de aprovechamiento está de moda y puede parecer novedosa, pero en realidad es una práctica que ya realizaban las abuelas y que consiste en utilizar al máximo los alimentos que normalmente se desechan. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación estima que cada año se desperdician alrededor de 1.300 millones de toneladas de alimentos en el mundo, lo que representa un grave problema ambiental, social y económico. Este derroche se puede evitar fomentando un consumo responsable y sostenible. Además, ayuda a ahorrar dinero y a descubrir otras recetas que, de otra forma, nunca se hubiesen imaginado.

Por ejemplo, existe una fruta característica de la primavera y de parte del verano en España: la fresa. Su consumo es habitual en los hogares gracias a su sabor delicioso; se comen de un bocado y resultan frescas, algunas más dulces y otras más ácidas. Eso sí, la fresa es un alimento versátil en la cocina gracias a su buen sabor y aroma: para preparar batidos o, simplemente, para comer como postre o entre horas. Sin embargo, sus tallos suelen pasar desapercibidos al no saber qué hacer con ellas. Por eso, es importante conocer que no hace falta tirarlas, ya que se puede aprovechar al máximo esta fruta.

Hojas de fresa

La idea de comer hojas del tallo de la fresa puede causar inquietud, pero son completamente seguras y, además, aportan una cantidad notable de fibra dietética para la digestión. Contiene magnesio, un mineral crucial para la función muscular y la salud ósea. Por si fuera poco, la vitamina C está presente en las hojas, lo que las convierte en un suplemento nutricional valioso.

Por ello, es recomendable no lavarlas únicamente con agua, ya que siempre no es suficiente para eliminar todas las impurezas. Una solución efectiva: mezclar bicarbonato de sodio y vinagre en un litro de agua, dejarlas en remojo durante cinco minutos, removerlas y enjuagarlas antes de consumirlas. Este método permite eliminar las bacterias y el riesgo de contaminación, a la vez es también un gesto sostenible al reducir el desperdicio de alimentos.

Más allá de las hojas

Este fruto rojo tiene un sabor irresistible y su versatilidad destaca en la cocina. Además, sus hojas contienen nutrientes esenciales y antioxidantes, que se han asociado con la reducción de la inflamación.

Infusión de fresas

Cuando se limpian las fresas, muchas veces se descarta una parte de la carne junto con las hojas. Ahora, eso ya no va ser una opción porque se puede aprovechar para hacer una bebidanatural, fresca y afrutada, agradable al paladar. Los pasos no son difíciles, solo se debe de poner unas 15 hojas o tallos de las fresas en agua fría o caliente, si desea potenciar el sabor puede añadir algunas hojas de menta o rodajas de limón. Deje reposar durante unos minutos, unas horas o toda la noche para que se infusione bien. Pasado ese tiempo, cuele el líquido para quitar las hojas. Está lista, una bebida fresca para esos días soleados o de calor.

Vinagre de fresas

Preparar un vinagre casero aromatizado con las hojas de fresa va a potenciar el sabor de las ensaladas, vinagretas y macedonias. En un bote de cristal, vierta por completo con las hojas y debe cubrirlas con el vinagre que más le agrade. El bote debe cerrarse por completo durante una semana como mínimo. Por último, cuele el vinagre para quitar todos los restos y guárdelo en una botella limpia. Así tendrá un aliño aromático y diferente para las preparaciones.

Batidos con más vitaminas

Las hojas de fresa aportan un toque extra de vitaminas y nutrientes, igual que lo hacen las espinacas. Basta con lavarlas bien y triturarlas junto a las frutas, leche vegetal o yogur para disfrutar de una bebida más nutritiva. Además, las hojas se pueden congelar en bolsas con cierre hermético para tenerlas listas cuando sea necesario.