Cocina de siempre con alma familiar en Sestao

En Sestao, Bodega Charro es un restaurante de referencia, su trayectoria así le avala. En manos de la segunda generación, se mantiene fiel al espíritu con el que nació hace 52 años junto al Ayuntamiento de la localidad.

Sus ejes fundamentales de funcionamiento son la carta y los menús, tanto el del día que sirven de martes a viernes, como el de Fin de Semana y el Menú Bodega, que se pueden degustar los sábados y domingos, además de concertados con el cliente para grupos. Igualmente, le identifican sus pintxos calientes con los que tientan en barra por las tardes: brochetas, montaditos y tostas. El fin de semana, el bocado estrella es allí el huevo relleno de bonito.

Menú de la Bodega Charro

En el comedor, como recomendación de la casa destaca el bacalao, que preparan al pil-pil, gratinado con ali-oli y con pimientos rojos asados, así como el micuit de elaboración casera.

Entre las carnes, el comensal puede optar por el solomillo, el guisado de rabo y ocasionalmente elaboran patas y callos, por los que son conocidos.

Para regar cada plato brinda una amplia bodega, surtida sobre todo de vinos de Rioja, como reflejo de las raíces familiares riojanas, pero en la que no falta una selección de otras D.O. Su cava acristalada los muestra para que el cliente elija a su gusto.

En línea con las últimas tendencias, que apuestan por cenas de picoteo, responden a esta demanda con huevos con jamón, raciones de morcilla de Burgos que le dan fama y variedad de ensaladas, por citar algunas propuestas.

Siempre apostando por el género fresco, de calidad, y el producto local, adquirido en el comercio de proximidad.

Todo ello para degustar en un comedor con capacidad para 26 personas puesto al día tras la pandemia para darle un aspecto más coqueto con el que luce actualmente. En su terraza cubierta, con buen tiempo se puede comer el menú del día. Y quien lo prefiera, puede hacer su pedido para llevar a donde sea menester.