En el Casco Viejo de Portugalete, el Hule lleva 20 años regalando el paladar de sus clientes con una cocina clásica no exenta de cierto toque moderno. Allí bordan la ensalada de mollejas de cordero y las croquetas. Los pescados son otra de sus especialidades, siempre salvajes y de temporada, así como la cazuelita de patas, callos y morros con salsa vizcaina. Entre las carnes tienen también solomillo y entrecot. Trabajan con carta y un menú del día compuesto por cuatro primeros, tres segundos a elegir y postres caseros. Y apuestan por los vinos de Rioja Alavesa.
Acogen al comensal en sus dos comedores distribuidos en dos plantas con una capacidad máxima de 25 pax y decorados con personalidad.