Sabin Merino (Urduliz, 4-I-1992) ha vivido de todo en el mundo del fútbol. Buenas y malas experiencias han forjado la identidad de un delantero que a sus 33 años de edad echa la vista atrás y ve motivos para sonreír y para reflexionar, lo cual hace en una entrevista en la que no se guarda nada. A corazón abierto, con una espinita clavada durante su etapa como león (2015-18) se expresa a pie de Lasesarre el punta vizcaino, quien busca recuperar su mejor versión en el Barakaldo.
Ha pasado una década desde su debut con el primer equipo del Athletic. ¿Corre demasiado el tiempo?
Sí, corre rápido. Cuando te das cuenta han pasado ya diez años. Hay muchas historias, anécdotas y aprendizaje en el camino. En ciertos momentos lo he disfrutado y en otros quizás no tanto.
Vayamos al principio. ¿Qué le diría a aquel chaval que la rompió en el Bilbao Athletic y se disponía a ejercer como león?
No le diría nada, solo que siguiera haciendo lo que estaba haciendo, porque en ese momento no era fácil llegar arriba, ni lograr un ascenso con el Bilbao Athletic. Siempre he sido una persona bastante madura en todos los sentidos y tenía claro todo lo que tenía que hacer en el día a día para tener la oportunidad de alcanzar el primer equipo. En ese sentido lo hice bastante bien. Cambiaría algunos detalles, pero no me puedo quejar porque aquellos años fueron muy buenos.
¿Ha cambiado mucho desde entonces?
Conforme pasan los años y con las experiencias que vives vas madurando, entendiendo un poco mejor cómo va todo y lo importante que es cada cosa en cada momento. La edad te da ese punto de saber estar en situaciones puntuales que cuando eres joven no valoras tanto.
¿Con qué se queda del debut contra el Inter Bakú a domicilio en la primera previa de la Europa League 2015-16?
Recuerdo, sobre todo, los nervios que tenía antes de salir al campo y lo inesperado que fue para mí. Fuimos 20 convocados y estaba más pendiente de ver si entraba en esa lista que de jugar, pero tuve la suerte de salir unos veinte minutos y me sentí bien, fuerte y rápido. Me quedo con eso, con la sensación que tuve de sentirme bien.
“De mi debut con el Athletic recuerdo, sobre todo, los nervios que tuve antes de salir al campo y lo inesperado que fue para mí”
Ocho días después se estrenó en San Mamés como titular. 4-0 al Barcelona en la ida de la Supercopa. Inolvidable. ¿Qué sintió?
En el momento no lo valoras tanto. Antes de entrar al campo tuve también muchos nervios al tener muchos amigos y familiares en la grada, pero estaba más concentrado en intentar que Dani Alves no me hiciera paredes que en el hecho de que fuera mi debut en San Mamés. Tenía muy claro que tenía que hacer muy buen trabajo defensivo al ser aquel Barcelona un rival muy difícil de ganar y debía estar preparado para correr, algo que en ese momento hacía muy bien. Se dio todo mejor imposible y recuerdo que Aduriz nos dijo al final del partido a los nuevos que no nos acostumbráramos, porque eso pasaba una vez en la vida. Así fue.
El primer gol no se le resistió demasiado. Lo marcó ante el Zilina en Europa en su tercera aparición como rojiblanco. ¿Pensó que llegarían muchos más?
La verdad es que sí. Venía de un momento de confianza muy alto, porque el año anterior en el Bilbao Athletic fue muy bueno para mí y había conseguido ver la portería muy grande. Cuando un delantero tiene esa sensación dentro del campo es todo mucho más fácil al parecer que en cualquier momento puedes hacer gol. Es algo bueno que tenía y tengo, porque soy muy buen llegador al área y siempre tengo una oportunidad. Entonces sabía que si tenía alguna ocasión de gol probablemente iría para dentro. La juventud también te da esa potencia y velocidad que ahora con los años vas valorando más, porque con el paso del tiempo vas teniendo molestias y te das cuenta de que jugar sin dolores es realmente complicado.
El martes se cumplieron diez años de su primer gol en San Mamés. Eligió al Real Madrid como víctima. ¿Recuerda aquel tanto?
Por supuesto, no se me va a olvidar nunca. Si hubiese sido el décimo gol contra el Real Madrid tampoco se me habría olvidado, pero recuerdo perfectamente la jugada. Llegó el balón a Susaeta, corrí mucho para llegar desde segunda línea y fue un momento de éxtasis increíble para mí al ser en San Mamés y significar el gol del empate en aquel momento.
Aquella temporada jugó 38 partidos entre LaLiga (22), Europa League (11), Copa (4) y Supercopa (1) y marcó siete de los ocho goles que firmaría como rojiblanco. ¿Se vio al mejor Sabin?
Sí, porque estaba con mucha confianza y me sentí muy bien en todo momento. El único pero fue la lesión que tuve a finales de temporada al perderme el último mes y medio de competición. Eso pasó factura.
“Mi primer gol en San Mamés contra el Real Madrid no se me va a olvidar nunca; fue un momento de éxtasis increíble para mí”
Su participación en el equipo descendió en adelante.
Mi segundo año fue difícil por las lesiones. Sufrí tres de mes y medio de duración y no tuve la oportunidad de reengancharme para recuperar las buenas sensaciones que había tenido en mi primera temporada. Se me salió un hombro en pretemporada, tuve problemas de pubalgia desde verano hasta enero cuando me operé y al volver sufrí en un saque de banda una hiperextensión y una fisura en la rodilla. Se juntaron muchos factores que hicieron que perdiera esa confianza de más que tenía y tampoco era fácil entrar en aquel Athletic al haber mucho nivel. Cuando empiezas a cuestionarte todo y a dudar un poco, el fútbol profesional no te perdona. Llega otro, lo hace bien y es complicado. En mi tercer año sí me sentí bien, pero no tuve muchas oportunidades y a raíz de eso tomé la decisión de salir del Athletic.
¿Cómo fue la gestión con Ernesto Valverde?
Muy buena. No puedo estar más agradecido a Ernesto por hacerme debutar y por las oportunidades que me dio cuando estuve disponible, aunque en mi segundo año no pudiera aprovecharlas tanto como me hubiera gustado. Es la espinita que me queda, no haber tenido la capacidad de dar la vuelta a la situación en el Athletic por las lesiones y por esa pérdida de confianza.
Agosto de 2018. Sale cedido al Leganés en un viaje sin retorno.
Casualidad, aquella pretemporada con Berizzo me sentí muy bien y completé una buena preparación, pero estábamos muchos jugadores y hablé con el entrenador de mi situación. Él me dijo que contaba conmigo, pero yo sentía que tenía que recuperar la confianza y jugar partidos. Tomé por eso la decisión de salir del Athletic pensando que en ese momento era lo acertado, pero vistas las circunstancias y cómo fue después, igual te diría que no lo fue.
Deportivo de la Coruña, Leganés de nuevo, Zaragoza, Racing de Ferrol y aventuras en el extranjero con el Atlético de San Luis en México y el Deportivo Saprissa en Costa Rica. ¿Qué balance hace de todas esas experiencias previas al Barakaldo?
Algunas han sido positivas y otras no tanto como comentaba al principio, pero gracias a todas esas experiencias soy la persona que soy ahora y con eso me quedo. No quiero preguntarme qué hubiera pasado en otras circunstancias, porque las situaciones se dan como se dan y no se puede controlar el futuro.
¿Cuándo y dónde ha sufrido más?
La media temporada en Zaragoza (2021-22) fue complicada. El entorno que rodea al club es difícil y viví situaciones que hasta entonces no había vivido y que son complicadas de llevar para un jugador. Fui allí con la intención de volver a sentirme bien y en ciertos partidos estuve bastante bien, pero cuando no haces goles se te cuestiona todo y no supe gestionar todo aquello. En este último medio año que he estado en Costa Rica también he tenido momentos difíciles, más en lo personal que en lo futbolístico, porque en México tuve una de las mejores experiencias de mi vida y fui con unas expectativas parecidas que no se cumplieron.
“Tomé la decisión de salir del Athletic pensando que era lo acertado, pero visto cómo fue después, igual diría que no lo fue”
¿Tiene en mente cuántos años pueden quedarle en activo o prefiere ir paso a paso?
Paso a paso. Quiero disfrutar este año y luego ya veremos. Depende de cómo me vea y cómo me sienta, porque prefiero dejar el fútbol a que el fútbol me deje a mí. En el momento que vea que no doy más lo dejaré, pero de momento no se me pasa por la cabeza.
¿Al Athletic cómo lo ve? Hay problemas con el gol esta temporada.
Siempre hay rachas. El año pasado era todo muy bonito y ahora el inicio igual no lo ha sido tanto, aunque miras la clasificación y ves al equipo arriba, lo cual es muy complicado. Quizás no estén en un momento dulce de juego y goles, pero han demostrado ser un equipo muy difícil de ganar y eso es muy importante en el fútbol profesional. Vienen de hacer grandísimas temporadas y hay jugadores muy buenos que acabarán haciendo goles, seguro.
¿Qué busca en el Barakaldo?
Quiero disfrutar mis últimos años de carrera, porque todavía me siento bien y tengo ganas de demostrar que no se me ha olvidado jugar al fútbol. Quiero hacer una buena temporada, ayudar a los compañeros y sentirme importante dentro y fuera del campo. Es lo que busco y para lo que he venido.
Su fichaje a última hora fue el más impactante en el fútbol vizcaino. ¿Le generan algún tipo de presión las altas expectativas?
No, porque he aprendido a gestionar todo eso. Las redes sociales, por ejemplo, pueden pasarte malas jugadas y hace tiempo que dejé todo eso de lado. Intento abstraerme de todo lo externo, porque entiendo que cuando las cosas van bien eres muy bonito y cuando no van tan bien es más complicado. Prefiero centrarme en el día a día y estaré contento si puedo ayudar a los compañeros dentro y fuera del terreno de juego. Si en el verde puedo aportar mucho, mejor.
¿Qué se ha encontrado a nivel interno?
Ha sido como volver al pasado. Siento que en el norte somos diferentes y tenemos una manera particular de ver y entender el fútbol. En eso somos muy parecidos todos, tenemos muy claro lo que nos gusta y vivir esto otra vez es como volver al pasado, porque aquí los vestuarios son muy sanos y es increíble.
“No puedo estar más agradecido a Ernesto por hacerme debutar y por las oportunidades que me dio cuando estuve disponible”
¿En qué punto físico se encuentra?
Todavía me queda, pero estoy mejor que hace dos semanas y me siento bastante bien. La semana pasada estuve un poco enfermo y eso te hace estar un poco peor, pero esta semana estoy entrenando muy bien y tengo ganas de ayudar al equipo.
¿Está para ser titular mañana contra el Cacereño?
Si fuese por mí sí, pero eso depende del míster.
¿Cómo ve la temporada en cuanto a objetivos del equipo?
La Primera RFEF es una categoría complicada. Hay muchos equipos con una idea clara de estar arriba al manejar presupuestos altos y quizás no somos uno de ellos, pero tenemos equipo para pelearlo. Cuando peleas y compites en todos los partidos, generalmente los resultados se dan y tienes muchas opciones de estar arriba. Veremos cómo va, pero creo que podemos ser un equipo para estar arriba en la clasificación.
¿Se marca alguna cifra de goles en el plano individual?
Si algo aprendí en entrevistas es no dar cifras de goles, porque el primer año en el Athletic lo di y me pasó factura. Quiero ayudar al equipo en todos los sentidos, aunque sí que me gustaría hacer muchos goles.