El Amorebieta ya juega con fuego. A falta de nueve jornadas para que expire la liga regular del grupo I de Primera RFEF el conjunto azul tiene la salvación a ocho puntos de distancia después de que el domingo no fuera capaz de superar a Osasuna Promesas, también inmerso en la zona de descenso, y se tuviera que conformar con unas tablas que le soluciona más bien muy poco. Un conjunto zornotzarra que volvió a encajar en una acción a balón parado, como le ocurrió en los dos partidos anteriores según recordó Natxo González, su entrenador y que lamentó estos despistes que penalizan a su equipo. “Ese es el problema que tenemos. No te pueden hacer gol desde una falta de casi del medio campo, frontal y a un contacto solo. Es imposible sobrevivir a este tipo de goles”, subrayó el gasteiztarra, consciente de que el Amorebieta necesita una victoria como el comer.
El tiempo juega en contra de sus intereses y, tras encadenar dos empates consecutivos en Urritxe, afronta el domingo en Segovia una especie de final en la visita a la Gimnástica, que cuenta con tres puntos más en la tabla, y todo lo que no fuera ganar se entendería como un empujón más al abismo.