El Amorebieta vio cómo se esfumaba pronto su deseo de encadenar en el Estadio Ruta de la Plata dos victorias consecutivas, ya que todo se le fue al traste en un primer acto en el que “hemos tenido unos diez minutos con todos esos imprevistos”, según apuntó Julen Guerrero, su entrenador, en referencia a la temprana lesión de Sergio Camacho, que trastocó los planes del portugalujo, y a los dos primeros tantos del Zamora, a los que se sumó la expulsión del meta Unai Marino a las puertas de cerrar el primer tiempo. Una serie de contratiempos que desembocó en un duro 5-0 en contra para el conjunto azul, que no sufría tal tunda en la categoría de bronce –la antigua Segunda División B y la actual Primera RFEF– desde la campaña 2013-14, cuando entonces el Bilbao Athletic, su rival este viernes en Urritxe, le endosó la manita en el derbi de Lezama. También es cierto que no es la primera goleada que encaja en los últimos tiempos, aunque estas se detectan en su trayectoria en LaLiga Hypermotion, con el 6-0 que sufrió en Leganés y el 5-0, en Eibar, el pasado curso, mientras que en su estreno en Segunda División también cayó por 5-0 en Cartagena.
Guerrero no puso ningún pero a la varapalo de Zamora, ya que “hemos tenido que ir corrigiendo sobre la marcha”. “Pablo Hervías se nos cayó en el entrenamiento del sábado, se nos ha caído Camacho cuando el partido acababa de empezar, en una posición en la que no tenemos un recambio natural, tenemos los recursos que tenemos. Ellos han aprovechado esos momentos para acabar con el partido y luego ya era complicado. Hemos tenido unos diez minutos con todos esos imprevistos, de poder corregir el equipo, pero ellos han andado vivos y nosotros, no”, reflexionó el técnico de los zornotzarras, al que le toca gestionar la durísima derrota de Zamora de cara a reanimar a su plantilla de cara al importante derbi del viernes en Urritxe ante un Bilbao Athletic en horas bajas.