Julen Guerrero (Portugalete, 7 de enero de 1974) atiende a DEIA en Urritxe, donde ya mete horas para confeccionar una plantilla, en la que aún no tiene cerrado jugador alguno, lo más competitiva posible en su nueva etapa como entrenador el Amorebieta, el primer equipo senior al que dirige a sus 50 años de edad. La charla con el excapitán del Athletic y uno de los mitos de la entidad rojiblanca versa durante casi media hora de extensión sobre su nuevo reto en el banquillo azul, su ideario como entrenador, sus valores, su pasado como león...
Ya está trabajando en Urritxe, por lo que tendrá unas ganas enormes en comenzar la pretemporada y ponerse el chandal.
Con ganas, la verdad, preparando todo bien, el mínimo detalle, intentando estructurar todo. El club está trabajando a tope para confeccionar una plantilla competitiva, poco a poco se están haciendo las cosas. Es verdad que a día de hoy el mercado está muy parado, los representantes de los jugadores no tienen ninguna prisa y prefieren esperar.
Lo que es una situación insólita, no tener a ningún jugador en plantilla a pocos días de que arranque julio. ¿Está tranquilo?
No es solo en el caso del Amorebieta, sino que es en general. Los contratos se hacen para un año, las plantillas empiezan de cero, los representantes juegan con el tiempo, esperando coger mejores ofertas. Va todo muy lento para mi gusto. El mercado está así y te tienes que adaptar a él.
¿Por qué se ha embarcado en este proyecto?
Tenía ganas de coger un proyecto donde pueda estar a gusto, formar un buen equipo de trabajo, donde pueda desarrollar todas las cosas que tengo en la cabeza, mostrar a los jugadores que vengan cómo vamos a trabajar con ellos. Es un club idóneo para poder hacerlo, es un club que tiene las ideas claras, tranquilo, que no hace locuras, que deja trabajar al staff, no tienes presión de ningún aspecto, conscientes de que es un club con un presupuesto inferior a otros muchos de la categoría, que no promete cosas que luego no cumple.
En su presentación se definió como un entrenador valiente, ambicioso, pero también es novato a la hora de dirigir un equipo senior.
He estado en campeonatos de Europa sub’15, sub’17, sub’21... No he estado en un club, pero en todos esos campeonatos he estado a un nivel fuera de todo lo que es esto. Tengo mucho trabajo hecho, mucha experiencia. Voy a intentar ponerlo al servicio de los chavales que vengan, que vean que vamos a ser exigentes, que vamos a apretar, pero que ellos también van a progresar con nosotros.
¿En qué medida el nombre de Julen Guerrero puede convencer a un futbolista para que se enrole en el Amorebieta?
No lo sé. Ya lo veremos. No son solo los jugadores, también están los representantes. Algunos lo valorarán, otros preferirán ganar más, que es respetable. Nosotros pondremos nuestras cartas sobre la mesa y el que quiera estar aquí, vendrá. Quiero que los que le vengan al final de temporada estén contentos, que sepan que lo hemos dado todo para ayudarles y que puedan progresar.
Aunque la mayoría, sino todos, no le habrán visto jugar.
Es cierto, pero hoy en día te pueden ver con facilidad en Youtube, en redes sociales.
Su presencia en el banquillo del Amorebieta ha generado una gran expectación, sobre todo en Bizkaia. ¿Cree que se la va a observar de manera especial, con lupa?
No me preocupa en ese sentido. Voy a trabajar a tope, con la confianza de hacerlo bien. No puedo estar pensando en lo externo. Voy a disfrutar al máximo, como lo he hecho en toda mi vida, y ayudar al jugador.
“Voy a intentar que todas las experiencias que tengo poder dárselas a los jugadores, es un reto bonito”
¿Le gusta la presión?
He vivido con presión toda mi vida, he sido desde los 14 años internacional en todas las categorías, me gusta ser una persona competitiva y lo voy a ser aquí.
Se lo pregunto porque al Amorebieta se le va a exigir el ascenso.
El club tiene las cosas muy claras, es un club modesto, el presupuesto que tenemos es infinitamente inferior al de otros, estamos hablando con jugadores y estamos viendo que no podemos competir en este sentido.
Aunque el Amorebieta viene de Segunda División con una caja de LaLiga.
Pero el club no quiere gastarse esa caja. Hay clubes que se gastan todo y acaban en Tercera RFEF. El Amorebieta siempre ha hecho las cosas con mucha cabeza, quiere guardar, dar estabilidad, quiere que si no se sube, que es muy difícil, la próxima temporada sea muy buena.
¿Y no le han mencionado la palabra ascenso?
En absoluto. El Amorebieta sabe que competir en esta categoría es complicado de por sí, hay clubes con mucho más presupuesto y conseguir otro ascenso es difícil. Trabajaremos para estar lo más alto posible, pero la sensación que se quiere proyectar es la de un club que da estabilidad y donde el jugador va a estar a gusto.
¿A sus 50 años de edad, le llega tarde la oportunidad de entrenar por primera vez a un equipo senior?
No. Estaba muy contento en la Federación, he estado trabajando cinco años con los chavales y he estado muy satisfecho. Esto es diferente, no tiene nada que ver. Me lo he pasado muy bien, he tenido la oportunidad de disfrutar de Europeos, de estar con jugadores Top a nivel internacional, el último año he tenido a jugadores en la sub’17 que ya han debutado en Primera División. Las oportunidades llegan cuando llegan, no se puede estar en dos sitios, he aprendido mucho y tengo una experiencia extraordinaria.
¿Es fiel a un sistema equis?
No. Hoy en día el fútbol es bastante cambiante. Siempre hay detalles de altura de jugadores, de posiciones, de cambiar en mitad de partido… Hay que sabe manejar todos los aspectos.
Ha tenido entrenadores de todo tipo de perfil. ¿Se queda con alguno?
Me gusta aprender de todos. En este campo vamos a tener que jugar de diferentes maneras. A mí me gusta tener el balón, lo vamos a tener, quiero gente de ese perfil y la estamos buscando. Pero si un día el campo está embarrado…
¿Qué es innegociable para usted como entrenador?
La ambición y el querer trabajar todos los días. Soy muy exigente en los entrenamientos, me gusta darle un ritmo alto al entrenamiento para que se refleje en los partidos, quiero tener ese jugador que viva 24 horas para querer ser mejor cada día.
¿Es duro?
Me gusta dialogar. Es bueno que ellos entiendan lo que tú haces, es bueno que sepan el por qué haces las cosas, vamos a hacer esto o lo otro en los entrenamientos porque el domingo nos viene bien.
No proyecta la imagen de ser de los que echan broncas.
Si hay que echar broncas, se echarán. Lo bueno es que el jugador entienda que le vas a exigir, no me gusta la gente que esté parada y le tengas que animar para entrenar. Si te gusta el fútbol, estás deseando hacer bien tu trabajo.
“Si hay que echar broncas, se echarán; pero me gusta dialogar, que los jugadores sepan el porqué haces las cosas”
¿Es de los de Big Data o de la vieja escuela?
Me gusta ver las cosas. Los jugadores que he llevado a las selecciones es porque, junto a mi equipo de trabajo, los hemos visto. Hemos ido a verlos o los hemos visto por vídeo, los hemos analizado. Que me dicen he visto a fulanito… Yo lo tengo que ver. Los datos son buenos, pero hay que verlo en el campo. Esa opinión personal, o la del staff, es lo importante.
¿Le ha pedido a Jabi Luaces que intente el fichaje de Julen Jon, su hijo, si se pone a tiro?
No hemos hablado de ello. Vamos a intentar hacer la plantilla. Julen Jon empieza la pretemporada el 8 de julio (con el Alavés), está muy centrado en ello y no sabemos qué va pasar.
¿Le gustaría dirigirle?
Es un jugador al que se puede sacar mucho rendimiento y del que conozco perfectamente sus virtudes. Si llega, lo trabajaremos en equipo, como estamos haciendo con todo.
¿Cuándo habla con él lo hace como padre o como entrenador?
Depende. Como padre, por supuesto, lo primero. Cuando hablamos de fútbol, debatimos. Llevamos hablando de fútbol toda la vida, porque es lo que nos gusta.
¿Le gustaría entrenar al Julen Guerrero jugador?
No me importaría porque le conozco muy bien (risas). Sé las cosas que él podría ofrecerme en el equipo, pero esta es otra etapa. Voy a intentar que todas las experiencias que tengo poder dárselas a los jugadores.
¿Y el Julen Guerrero jugador haría buenas migas con el Julen Guerrero entrenador?
Sí, sin duda. La forma de jugar, de entender el fútbol… En esa visión pensamos lo mismo.
¿Le ha decepcionado algún entrenador?
En mi carrera han sido muchos los entrenadores, son diferentes y he tenido de todo. ¿Defraudar? Hay que dejar trabajar, he sido una persona que siempre ha respetado a todos los entrenadores. No me gusta la palabra defraudar, cada uno ha elegido lo que ha elegido y ya está.
Se estrenó en un banquillo al frente el juvenil Honor del Athletic en la campaña 2006-07, pero no le salió del todo bien. ¿Qué sucedió?
Sí se hicieron cosas muy buenas y estoy orgulloso de que varios jugadores de aquella plantilla hayan jugado en el primer equipo, que es el objetivo del club. En ese aspecto estoy muy contento, además de que ganamos grandes torneos. Fue un año muy bonito en ese aspecto y orgulloso de los chavales que llegaron arriba y con los que tengo buena relación.
Se lo pregunto también por esas leyendas urbanas de que hubo episodios de indisciplina. ¿Fue así?
Hubo jugadores que no tuvieron un comportamiento adecuado y el club tomó las medidas que consideró oportunas. Me parece bien, porque el club tiene que poner por encima de todo el que estás en el Athletic y donde debes tener un comportamiento.
¿Un vestuario puede hacer la cama al entrenador?
Yo no lo he vivido y espero no vivirlo como entrenador.
¿Algún día se conocerá el porqué de su ostracismo en sus últimos años como jugador?
No lo sé. Siempre he sido superprofesional en todos los sentidos, esperando y trabajando para jugar, respetuoso con los entrenadores.
¿Hubo algo extradeportivo?
Por mi parte, no.
“Si he vivido lo que he vivido… Es que el sentimiento Athletic es imposible que lo cambie”
Si en aquella época hubieran existido las redes sociales, lo que se habría dicho.
Sin duda. Han venido ahora, tienen sus pros, pero también sus contras. Lo cierto es que, sobre todo, con los teléfonos móviles pierdes esa intimidad que tenías antes.
En su presentación también se refirió al caso Nico Williams, que se entiende recibirá ofertas millonarias viendo su progresión y su actuación en la Eurocopa. Usted rechazó cheques en blanco. ¿El romanticismo ha dado paso al mercantilismo?
Ha cambiado mucho todo. Ahora los chavales con 12 o 13 años están volando a otros equipos. Es así y te tienes que amoldar. El Athletic, al igual que el Amorebieta, te da otras cosas, es un club serio, que trabaja y que lo que promete lo cumple, y el jugador lo tiene que valorar.
¿Si le hubiera tocado esta época, habría actuado igual que entonces?
Si he vivido lo que he vivido… Es que el sentimiento Athletic es imposible que lo cambie.
¿No ha tenido oferta de ningún candidato a la presidencia del Athletic en las sucesivas campañas electorales?
En las últimas campañas electorales me ha pillado en la Federación Española, yo tenía mi puesto de trabajo y no me he metido en ninguna historia, yo estaba entrenando y era mi única preocupación.
Hay quien piensa que su paso por el Amorebieta puede ser de tránsito para regresar al Athletic, a Lezama. ¿Mantiene abierta esa puerta?
No lo sé. No tengo ninguna noticia del Athletic, ellos están trabajando, haciéndolo de la mejor manera posible y, por supuesto, tienen todo mi apoyo para arropar al club en lo que puedan necesitar.